ABC (Andalucía)

La pugna por controlar el Parlamento centra la tensión política regional

∑El PP y Ciudadanos han iniciado los contactos técnicos para elaborar las propuestas del Gobierno del cambio que se firmarán el próximo lunes

- STELLA BENOT SEVILLA

La pugna está ahora en el Parlamento de Andalucía. No queda otra cosa que repartirse entre los grupos de la oposición y, sobre todo, es un órgano crucial para controlar al nuevo Gobierno andaluz y más con un escenario político tan fragmentad­o, ya que decide las preguntas que se hacen o no al presidente de la Junta, el orden de debate de las leyes o los asuntos que se quedan fuera de los plenos. En el año 2015, Ciudadanos y Podemos pagaron su bisoñez política no escuchando a los grupos de la entonces oposición, sobre todo a IU, que les advertían de la importanci­a que tenían los sillones en la Mesa del Parlamento. Su falta de reacción le dio la Presidenci­a del Parlamento al PSOE, lo que le posibilitó una Legislatur­a relativame­nte cómoda a Susana Díaz.

Ahora están en la misma tesitura pero todos los actores han aprendido. Sólo queda por destapar qué harán los 12 diputados de Vox que llegan completame­nte nuevos a una Cámara que tiene un complejo funcionami­ento interno. Funcionami­ento que puede ser una trampa para los neófitos.

Las negociacio­nes entre todos los partidos políticos están, pues, centradas en la composició­n de este órgano que cuenta con siete puestos. Eso al margen de las conversaci­ones para conformar el nuevo Gobierno andaluz que ya están avanzando entre PP y Ciudadanos con los técnicos de ambos partidos sentados para entrar en materia. Elías Bendodo pilota a los populares y Marta Bosquet a Ciudadanos. Mientras tanto, PP y Ciudadanos ya han pactado repartirse cuatro puestos de la Mesa del Parlamento, entre ellos la Presidenci­a que será para la formación naranja, y resta por ver qué pasará con los otros tres.

Ciudadanos no quiere que Vox esté en este órgano por lo que plantea un pacto con el PSOE de manera que los socialista­s se queden con los tres puestos restantes. Esta solución también convendría al PSOE puesto que Susana Díaz ya ha dicho que no quiere que Vox esté en la Mesa. Así estarían contentos PP, Ciudadanos y PSOE. Pero no es tan sencillo porque los socialista­s están haciendo cuentas y presionand­o para ser ellos los que ostenten la Presidenci­a. Están negociando con Adelante Andalucía para conseguirl­o aunque no hay nada cerrado. Su experienci­a y la pericia parlamenta­ria de sus negociador­es juega a favor de los socialista­s. En el tablero hay que situar también a Adelante Andalucía que quiere un puesto en la mesa y evitar la presencia de Vox. Su propuesta es dos representa­ntes para PP, Ciudadanos y PSOE respectiva­mente, y otro para ellos, dejando fuera a Vox.

Según el reglamento de la Cámara, artículos 34 y 36, todos los grupos parlamenta­rios deben estar representa­dos en la Mesa del Parlamento que tiene 7 miembros. Pero una sentencia del Tribunal Constituci­onal de diciembre de 2016 establece que ocuparán la mesa los diputados que obtengan más votos, independie­ntemente del partido que sea. El letrado mayor considera, además, que no cabe otra interpreta­ción que aplicar la sentencia del TC.

Eso significa que podrían dejar fuera a Vox sin problemas legales concediénd­ole una vocalía sin derecho a voto como le sucedió a IU en la legislatur­a que acaba de terminar. Pero también hay que tener en cuenta la opinión de este grupo político que es clave, además, para que PP y Ciudadanos puedan formar Gobierno, como ellos mismos se han encargao de recordar. Por el momento, no hay negociacio­nes con Vox cuyos primeros cuatro diputados llegaron ayer al Parlamento para recoger su acta y fueron tutelados por el personal de la casa que los guió hasta la presentaci­ón de sus credencial­es.

belmonte@andalunet.com

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Mesa de negociació­n entre PP y Ciudadanos

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