La Prensa planta cara al juez que requisó el móvil a dos periodistas
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Trabajadores de Europa Press Madrid se manifiestan en la sede central de la agencia en apoyo a la Delegación de Europa Press en Baleares Unas 200 personas, en su mayoría periodistas, se concentraron ayer por la tarde en Palma por «la libertad de prensa y de información» y «en apoyo de los compañeros de Diario de Mallorca y Europa Press» a los que les fue requisado el teléfono móvil por orden del juez que instruye el caso Cursach. Ambos medios, por su parte, presentaron una querella contra el magistrado.
Entre los presentes en la concentración se encontraban los dos redactores afectados, José Francisco Mestre y Blanca Pou. El acto había sido convocado por el Sindicato de Periodistas de las Islas Baleares y la Asociación de Periodistas de las Islas Baleares. La protesta se desarrolló sin incidentes en la Plaza de Cort.
El lema del acto era «El secreto no se toca», que fue además la consigna que repitieron los periodistas concentrados. Durante la protesta se leyó un manifiesto, en castellano y catalán, en el que se criticó el «ataque directo al ejercicio libre del periodismo».
Cabe recordar que el pasado martes la Policía Nacional, por orden del juez Miquel Florit, se desplazó hasta las sedes de la agencia Europa Press en Palma y de «Diario de Mallorca» para requisar diversa documentación sobre el denominado caso Cursach a dos periodistas que cubren informativamente esta causa. En dicho caso se investiga desde hace cinco años la existencia de una presunta trama de corrupción policial, política y empresarial cuyo eje sería el empresario mallorquín Tolo Cursach.
El primer instructor de la causa fue el juez Manuel Penalva, que fue apartado del caso el pasado 7 de marzo por la Audiencia Provincial de Palma por «pérdida de apariencia de imparcialidad». El sustituto de Penalva en la instrucción pasó a ser Florit.
El juez Florit decretó en su auto del martes sendas órdenes de registro tras la denuncia presentada recientemente ante el magistrado por el Ministerio Fiscal, el abogado de Cursach y el abogado de uno de los antiguos colaboradores del magnate, Tomeu Sbert, por un presunto «descubrimiento de secretos» en relación a esta macrocausa.
En ese contexto, Europa Press, «Diario de Mallorca» y los dos periodistas afectados presentaron ayer ante el Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares una querella conjunta contra Florit, por los presuntos delitos de prevaricación judicial, contra la inviolabilidad de domicilio, contra el ejercicio del derecho al secreto profesional del periodista, y por cualesquiera otros que se descubran durante la instrucción. En la querella se pide la «inmediata devolución a sus propietarios» de los materiales incautados. Además, se cuestiona el auto dictado el pasado martes por Florit, porque «constituye una arbitraria conculcación del derecho al secreto profesional del periodista, disparatada e insólita». En ese sentido, el auto es calificado como «un ataque letal a una de las normas esenciales para el desarrollo de la vida en democracia».
Más allá de la querella, Mestre y Pou han recibido multitud de muestras de apoyo. Además, ha habido críticas de distinto nivel hacia la decisión del juez Florit. Por lo que respecta a las asociaciones judiciales se han mostrado cautas, si bien han expresado al mismo tiempo su extrañeza por los registros ordenados, ya que ninguno de los dos periodistas afectados por la incautación de material se encuentra imputado en el caso Cursach. Por su parte, la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial manifestó ayer su «compromiso» y su «defensa» del «derecho fundamental a la libertad de información».
Atropello «Constituye una arbitraria conculcación del derecho al secreto profesional del periodista»