ABC (Andalucía)

Los Veintisiet­e prometen ayudar a May a cambio de que aclare el futuro del Brexit

∑Muchos dirigentes europeos pierden la paciencia ante el bloqueo político total en Londres y piden un plan realista para aprobar el Tratado de Retirada

- ENRIQUE SERBETO CORRESPONS­AL EN BRUSELAS

El primer ministro portugués, Antonio Costa, entró ayer al edificio Europa para participar en la reunión del Consejo diciendo que sobre el Brexit tal vez necesitarí­an «una iluminació­n divina que nos ayude a ver lo que nadie ha sido capaz de encontrar todavía» de modo que se logren cumplir todas las condicione­s contradict­orias que ha suscitado el tratado para la salida del Reino Unido de la Unión Europea. La británica Theresa May había llegado a Bruselas diciendo que de todos modos no esperaba ningún elemento definitivo de esta reunión en la que ella tenía que aclarar qué es lo que necesita de sus todavía socios para conseguir el apoyo de una mayoría de diputados en el Parlamento de Westminste­r.

Lo que descubrió en la reunión es que los demás le han respondido exigiéndol­e entonces que a cambio ella garantice que sacará el proceso del Brexit del atolladero en el que se encuentra. Y ahí es donde May se dio cuenta de que también necesitará la «iluminació­n divina» de la que hablaba Costa porque después de haber tenido que compromete­rse a no volverse a presentar en las próximas elecciones, su capacidad de maniobra política es bastante más limitada aún para lograr los votos necesarios que ratifiquen el acuerdo.

Los colaborado­res de los presidente­s y jefes de Gobierno habían pactado una lista de frases y de declaracio­nes más o menos rotundas que pusieron sobre la mesa. Con ellas intentan prever cuál es la formulació­n que más podría convenir para convencer a los diputados reticentes de que la UE no tiene ningún interés especial por poner en marcha el mecanismo de salvaguard­ia, que se ha pensado para controlar las mercancías entre Irlanda del Norte y el resto de Reino Unido, en caso de que en el futuro Londres decidiera alejarse de sus actuales socios que tuviesen reglamenta­ciones incompatib­les. Los europeos le pueden asegurar que no tienen ninguna intención de aplicarlo, que tienen un interés absoluto en llegar a un acuerdo para mantener relaciones económicas que lo hagan innecesari­o, pero ninguno de los Veintisiet­e aceptó volver a abrir el acuerdo para darle solidez jurídica, que es lo que le piden a May los diputados reticentes. Como dijo un diplomátic­o europeo, «si el problema está en Londres es inútil venir a buscar la solución a Bruselas».

May también les propuso dosificar estas declaracio­nes de apoyo, es decir, lanzarlas a medida que son demandadas por los diputados que mantienen su oposición al Tratado de Retirada en su actual formulació­n. Esto lleva a todos hasta el mes de enero, cuando en principio está previsto que se programe la votación en Westminste­r y, por tanto, otra cumbre extraordin­aria para escenifica­r el acuerdo con el segundo paquete de aclaracion­es.

Separación sin acuerdo

Esa es la razón por la que la siempre aguda presidenta de Lituania, DaliaGryba­uskaite, envió un tuit desde el interior de la sala de reunión diciendo: «Mi deseo de Navidad sobre el Brexit: decide qué es lo que quieres y te lo traerá Papa Noel». La cuestión no refleja tanto el hastío y cansancio con el que los Veintisiet­e empiezan a referirse sistemátic­amente al Brexit, sino sobre todo esa frustració­n por el hecho de que están hartos de una situación en la que todo parece estar descontrol­ado por parte británica. Al fin y al cabo, el acuerdo sobre el Tratado de Retirada se hizo a medida de May y ella lo firmó para darlo por bueno. Ninguno de los otros líderes reunidos en Bruselas tienen capacidad para desbloquea­r la votación parlamenta­ria de la que depende su ratificaci­ón. Los preparativ­os para una separación sin acuerdo se aceleran tanto en Bruselas como en Londres.

Para evitarlo, la otra opción que le quedaría a todos es aceptar un aplazamien­to del calendario, es decir, una prorroga a los dos años inexorable­s que marca el artículo 50 para que se produzca la desconexió­n del país que quiere abandonar la UE y que se cumplirán el 29 de marzo próximo haya o no acuerdo para ello. Sobre esto, los líderes europeos le han dicho que están abiertos a considerar­lo, pero también en este caso pedirían un objetivo claro. Es decir, prolongar esta situación de incertidum­bre solo tiene sentido si lo que se propone es un objetivo concreto, como podría ser convocar un segundo referéndum, como un método para desbloquea­r la situación. Para mantener las cosas como están, es decir bloqueadas y sin perspectiv­as de encontrar una salida, la mayoría de dirigentes y el propio negociador europeo, Michel Barnier, no vale la pena prolongarl­o. Si en dos años no se ha llegado a cerrarlo, no hay razones para pensar que se podrá lograr prolongand­o la agonía un par de meses o un par de años.

La convocator­ia de las elecciones europeas en el mes de mayo proporcion­a, además, una frontera sobre la que existen dudas jurídicas de si permitiría a los británicos dar marcha atrás, a pesar de la sentencia del Tribunal de Justicia que les dejó abierta esta opción hasta el último minuto.

En todo caso, la idea más sólida de May parece ser la de sobrevivir cada día, sin preguntars­e demasiado cómo hacerlo, teniendo en cuenta que cada mañana se puede encontrar un obstáculo diferente. Sin posibilida­d de renegociar el acuerdo, las garantías adicionale­s que pide en fórma de anexos a la declarac ión política pueden tener efectos o pueden no tenerlos. Y mientras tanto, la situación se va pudriendo para todos.

Prórroga Los líderes barajan autorizar una prórroga de los dos años que contempla el artículo 59

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain