ABC (Andalucía)

Y AL OESTE, EL ATLÁNTICO

- JUAN VELARDE FUERTES

Desde Perpiñá Grau y su «De Economía Hispana» (1935), sabemos que uno de los frenos para el desarrollo económico de España está en la imposibili­dad de que el mercado interior, capital Madrid, se amplíe con el tráfico marítimo, y ello porque el Cantábrico, el Mediterrán­eo y el Atlántico están cerrados en su comunicaci­ón con el interior por la naturaleza. Pero no solo existían las barreras montañosas, sino que en el acceso barato al Atlántico apareció, desde el inicio de la Revolución Industrial, la frontera hispano portuguesa. Ahí no había barreras montañosas pero sí la consecuenc­ia de nuestra realidad arancelari­a.

Pero eso, desde 1986, con el ingreso de Portugal y España en 1985 en el mundo comunitari­o, desapareci­ó. Los grandes valles del Duero, del Tajo, el centro económico de Madrid y así sucesivame­nte hasta Huelva pasan a crear mercados muy amplios, generados por esta realidad comunitari­a. El enlace con el puerto de Oporto, desde Galicia, Asturias, Cantabria y toda la cuenca del Duero, y el resto de España, comenzó a quedar enlazado con infraestru­cturas iniciadas por el impulso de Álvarez-Cascos.

En la actualidad, los enlaces económicos entre España y Portugal han crecido de manera extraordin­aria. Los datos ofrecidos por el profesor Molero sobre inversione­s españolas en Portugal, incluso, de empresas extranjera­s cuya sucursal en España se ha aplazado hacia Portugal, muestra que el enlace económico es creciente, y también el de empresas lusas en España. Por el peso de Lisboa y de Madrid el enlace más lógico atraviesa Extremadur­a. Por lo tanto, la renta de situación de esa región por fuerza se incrementa­rá cada vez más. Lo lógico en políticas racionales muestran que la situación de Extremadur­a puede ser creciente pero que exige que por ella discurran medios de transporte cada vez más perfectos. Ahí, y así, la famosa «ruta de la seda», que enlaza China con Europa, que cruzará Extremadur­a uniendo en su final Madrid y Lisboa, y completand­o el tráfico marítimo que rodea la Península y que a través del Índico, mar Rojo, Mediterrán­eo y Atlántico también afecta a Lisboa. Concretame­nte para España suponen una apertura al Atlántico extraordin­aria y que ya está en marcha. Esto, que es una mejora para Extremadur­a, también lo es para el conjunto de España. No tenerlo en cuenta es un considerab­le error.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain