Taiwán apuesta por la democracia
Las recientes declaraciones realizadas por el presidente Xi Jinping sobre Taiwán han tenido un profundo eco en la sociedad y en los medios internacionales, y son un claro reflejo de cómo un régimen dictatorial pretende imponer el principio autoritario de la fracasada fórmula de «un país, dos sistemas» en un sistema democrático como es el de Taiwán, subrayando además su negativa a renunciar al uso de la fuerza para lograr la reunificación entre ambos lados del Estrecho de Taiwán.
De manera inmediata, la presidenta de la República de China (Taiwán), Tsai Ing-wen, ha salido al paso para subrayar cuál es la voluntad del pueblo taiwanés, que abrumadoramente se opone a la fórmula «un país, dos sistemas» elegida en 1997 para la reincorporación de Hong Kong a China, que lo único que ha conseguido es un retroceso de las libertades en la excolonia británica. Buena prueba de ello fueron las famosas manifestaciones prodemocracia del llamado «movimiento de los Paraguas» en 2014 o la caída en picado de Hong Kong en el ranking de la Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras, desde el puesto 54 en 2012, año de la llegada poder de Xi Jinping, hasta el puesto 70 que ocupa en la actualidad. En el año que ahora empieza, en el que se cumplirá el 30 aniversario de la Tsai Ing-wen triste y cruel matanza de Tiananmen, no está de más recordar que Taiwán comparte con la mayor parte de los países del mundo el respeto por la democracia, la libertad, los derechos humanos y otra serie de valores esenciales que durante años han sido despreciados por China.
Por mucho que China levante la voz ignorando la realidad, sin duda alguna, la República de China (Taiwán) es un país soberano e independiente que, por respeto a la autodeterminación de sus más de 23 millones de habitantes, ni puede ni debe dar ni un solo paso atrás. Como en casi todo, el PSOE es el partido de los disparates. Dicen que hay que reindustrializar España. Pues veamos sus actuaciones: En el tema del agua, se inclinan por las desaladoras, sistema muy caro, con gran gasto de energía que no tenemos y además contaminante. Como resultado nos gastamos un montón de millones de euros, no hay agua, o muy cara, y algunas de las desaladoras no se usan. En el tema de la energía tenemos una de las energías más caras de Europa, lo que hace muy difícil la competitividad en el tema industrial. Han apostado por energías muy caras, desaprovechando energías nucleares ya instaladas.
En el tema automovilístico, una de las pocas industrias que nos quedan, van camino de acabar con ella. Cada día surge una mente preclara que pone trabas, prohíbe o dificulta la utilización del automóvil. ¿Qué fabricantes van a invertir en nuestras plantas? En el tema administrativo nuestro marco regulativo es una maraña de obstáculos que cambian las normas continúamente.
Así podíamos continuar. Está claro que es muy difícil con tan poca visión de futuro e ideas tan mediocres que nuestro país pueda ir en la dirección adecuada.
Incongruencias