Juegos alrededor del trono
demuestran las cartas que se escribieron», advierte la actriz Olivia Colman, que da vida a la reina, un papel por el que ganó el Globo de Oro. «No hemos tratado de hacer un documental histórico», defiende.
Duelo de «reinas»
No hay duda de que Olivia Colman, Emma Stone, y Rachel Weisz caminan con paso firme al Oscar. «Este filme es importante en muchos aspectos, lo último en lo que pensamos nosotras es en los premios», responde con humildad Colman.
Tan brillante como los Oscar eran los privilegios a los que tenía acceso la reina y su séquito. Los hombres de su entorno son elementos de decoración, pero ellas no. «Es un trío amoroso que se va repartiendo el poder. Hubo escenas, como cuando Emma tiene que poner su mano bajo mi vestido, que fueron complicadas de filmar. Las dos estábamos muy nerviosas, así que decidí ponerme una esponja húmeda entre las piernas. Emma se quedó alucinada. Nos reímos muchísimo. Lo que no me costó fue besar a Rachel Weisz», bromea Colman, a quien muy pronto veremos interpretando a Isabel II en la serie de Netflix «The Crown». «Son personajes que no se parecen en nada a mí, pero como actriz estoy obligada a encontrar un terreno común para poder interpretarlos», admite la triunfadora de los Globos de Oro.
«La favorita», al final, trata temas como la ambición o el poder. Ideas que siguen estando presentes hoy día: «Por alguna razón seguimos interesados en los mismos temas. Claro que se pueden trazar paralelismos entre la corte de Ana y lo que sucede hoy, pero quiero que la película se entienda por sí misma, no como una lección de historia. Quiero que cada uno la acepte desde su propia perspectiva», termina el director. Dirección: Yorgos Lanthimos. Intérpretes: Olivia Colman, Emma Stone, Rachel Weisz, Nicholas Hoult, John Locke l director griego Yorgos Lanthimos tiene aún una filmografía corta, pero en ella se delata un estilo muy marcado y un interés obsesivo por los ácidos que empapan las relaciones del individuo, la pareja o la familia. Siempre más enfocado a la geografía que a la historia, entra aquí en la de Ana Estuardo, la primera Reina de Gran Bretaña (durante su reinado, 1702-1714, se firmó el Acta de Unión entre Inglaterra y Escocia), pero dejando en segundo término el contexto histórico para centrarse en el melodrama de interiores y en los jugos y juegos personales entre la Reina, su amiga (y amante) Sarah Chruchill, condesa de Marlborough, y la joven Abigail Masham, en una especie de vorágine palaciega por la disputa de las diversas formas del poder, político, doméstico, personal, pasional…
Una radiografía deformada (¿también informada?) del arsenal de armamento femenino y las sutiles técnicas de su manejo, y una brillante y taimada exploración en la pólvora del halago y de la sugestiva manipulación. Cambia historia por geografía, y fuera de la película se queda la guerra con Francia y la de sucesión española, y dentro ese lugar de conflictos que era la Corte con una Reina Ana profundamente desgraciada e insegura (tuvo 19 hijos y ninguno sobrevivió), a la que interpreta prodigiosamente Olivia Colman.
El duelo entre Rachel Weisz y Emma Stone, tan adornado de encanto, caricatura y malicia, es tan vistoso como la suntuosa puesta en escena.
E