Los bajos tipos amenazan el objetivo de beneficio de Bankia
∑ Caixabank rechaza las tasas negativas y pide que no se prolonguen en el tiempo
La decisión del Banco Central Europeo (BCE) de posponer el proceso de normalización de su política monetaria e incluso aprobar «nuevos estímulos» si continúa en peligro su objetivo de lograr una inflación cercana al 2% ha provocado distintas reacciones entre los presidentes de las principales entidades bancarias españolas, que no han dudado en pronunciarse sobre la situación de tipos bajos. Los máximos dirigentes de Caixabank y Bankia hablaron ayer sobre este tema en sus respectivas conferencias programadas dentro del curso de verano organizado en Santander por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
Jordi Gual, presidente de Caixabank, dijo que la política de tipos bajos defendida por Mario Draghi tiene efectos adversos en la intermediación financiera y, que por tanto, espera que la determinación de mantenerlos sea «puntual», de manera que «poco a poco se continúe en la senda del restablecimiento de la normalidad financiera con la retirada de los estímulos a medio y largo plazo». En este sentido, Gual añadió que «los tipos negativos son una situación anómala que no debiera prolongarse más en el tiempo».
«Es obvio que la política de tipos bajos tiene dos ejes que se contraponen: empeora el margen de intereses y contribuye a disminuir la morosidad, permiten que el crecimiento económico se prolongue. No sé qué efecto va a dominar», reconoció el máximo responsable de la entidad.
El banquero dejó claro que Caixabank no se ha planteado «en absoluto» trasladar los tipos negativos a sus clientes particulares, descartando así la posibilidad de cobrarles por los depósitos. También manifestó que Caixabank no va a modificar su plan estratégico, presentado en noviembre del año pasado, a pesar de los tipos bajos.
Por su parte, el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, reafirmó, al igual que hizo en la última junta de accionistas, que la entidad mantiene su compromiso de repartir 2.500 millones de euros en dividendos, tal y como está contemplado en su plan estratégico para el periodo 2018-2020. Sí que abrió la puerta, en cambio, a una revisión de su objetivo de beneficio de 1.300 millones de euros para el próximo año debido al retraso en la subida de tipos de interés.
Goirigolzarri aseguró que se siente cómodo en una situación de tipos de interés bajos, pero no cuando las tasas son negativas. «Si simplificamos mucho la actividad de un banco, al final lo que hace es recibir dinero con una mano y prestar con otra y, como contraprestación, se crea un diferencial. Cuando la situación se torna en tipos de interés negativos, el activo lógicamente baja y, por contraposición, el pasivo no puede bajar de igual manera porque tiene el tope del 0%», apuntó durante su intervención.
El presidente de Bankia admitió que un nuevo retraso en la subida de tipos de interés perjudicará el precio de mercado de las acciones de los bancos y, por consiguiente, tendrá efectos negativos en los planes de privatización de la entidad. Goirigolzarri dejó claro que el momento no es el mejor y que, en cualquier caso, la decisión la tiene que tomar el propietario de las acciones, que es el fondo de rescate español, el FROB, que controla un 61% del capital.
Mientras, el presidente de Mapfre, Antonio Huertas, defendió que «tenemos que favorecer el ahorro privado para que nuestros ciudadanos no se jubilen solo con la pensión pública» al tiempo que explicó que los poderes públicos y los participantes privados han cometido errores por no haber sabido o no haber podido «crear productos con el suficiente atractivo para que los ciudadanos puedan ahorrar». El presidente de la aseguradora dijo que «estamos ahora en otra etapa» y que la intención de la compañía es «crear mecanismos de ahorro diferentes a los tradicionales para poder compensar y tener éxito». Sin embargo, alertó de que el actual «contexto económico y los bajos tipos no ayudan a crear productos de ahorro».
ANTONIO HUERTAS «Tenemos que favorecer el ahorro privado. El actual contexto económico y los bajos tipos no ayudan»
Reitera el objetivo de repartir 2.500 millones de euros en dividendos fijado en su plan estratégico