María Jesús Lago
«Las familias numerosas están en peligro de extinción»
La baja natalidad es un fenómeno complejo que no se puede atribuir a una sola causa. Las generaciones de mujeres en edad reproductiva son cada vez más pequeñas y el retraso en la edad para tener el primer hijo aumenta progresivamente. María Jesús Lago, profesora de Geografía Humana de la Universidad CEU San Pablo, cree que detrás de este fenómeno demográfico hay «un cambio de mentalidad» en la sociedad española. Según esta experta, después de una década con una caída sostenida en el número de nacimientos, se debería dejar de hablar «de un fenómeno coyuntural» y apuntar a «un cambio de paradigma».
«Ya no hay marcha atrás. Esto comenzó a cambiar con la incorporación de la mujer al trabajo y el surgimiento de un concepto diferente de familia. Hoy existen muchas familias monoparentales compuestas por mujeres que deciden tener hijos solas y solo tienen uno», aseguró.
Los altos estándares de vida que ha conseguido la sociedad española durante los años de la Democracia también ha provocado que las parejas «no encuentren nunca el momento para tener un hijo». «Antes no nos importaba si no teníamos un aparato de televisión, pero ahora queremos toda la casa amueblada cuando decidimos casarnos. Eso hace que muchas veces se sacrifiquen los hijos», apunta.
La ausencia de políticas de conciliación en el mercado laboral ha desmotivado también a las mujeres para ser madres. «Las mujeres que deciden tener hijos hoy son muy valientes porque lo tienen todo en su contra y las madres de familias numerosas ya son una especie en peligro de extinción», señala.
Para Lago, la mujer además sigue llevando sobre sus espaldas la responsabilidad del cuidado de los hijos, lo que supone un techo de cristal en su trabajo. Por ello, considera necesario trabajar más en campañas de sensibilización sobre la corresponsabilidad en el hogar –tal como ya se realizan para luchar contra la violencia de género o los accidentes de tráfico–. Pese a todo este «cóctel molotov» que pone entre las cuerdas a la natalidad, Lago cree que «hay que volver a priorizar lo verdaderamente importante: los hijos».