Condenados por la muerte de 71 ilegales asfixiados en Hungría
El camión permaneció durante al menos un día abandonado en un arcén de una autopista en una zona fronteriza con Hungría. Cuando la Policía fronteriza, ante la imposibilidad de localizar al conductor, abrió el compartimento frigorífico hallaron el verdadero rostro de las redes de traficantes que movían refugiados a través de las fronteras del continente: 71 cadáveres hacinados, hombres, mujeres y niños, que viajaban de pie para rentabilizar al máximo el transporte y que, a medida que iban muriendo asfixiados, se habían ido desplomando unos sobre otros.
El conductor, junto a varios de sus cómplices, fue condenado ayer en Hungría, en segunda y definitiva instancia, a cadena perpetua. El mismo Tribunal de Szeged dio penas de al menos cuatro años de cárcel para otros 10 acusados.