El coche fantástico
Banderas llegó a lo Chuk Norris, dispuesto arrasar con todo
ma de los abusos sobrevolando. «La lupa está sobre Hollywood, pero pasa en cualquier empresa y en el mundo entero». n la cantera de Nagüelles todo pudo pasar en una noche en que uno de los invitados estrella fue el novio chamán Durek, que ha puesto en jaque a la Corona noruega. Su novia Marta Luisa ha decidido renunciar a todo con tal de contactar con los ángeles. Ayer llevaban un par de días en Marbella, alojados en un hotel de lujo que no ha trascendido porque quieren privacidad para no empañar el aura. Anoche, en la mesa presidencial de la gala Starlite se siguió un protocolo especial por sentar a una noble en la mesa. Sin embargo, todos querían que les tocara al lado del chaman, esperando que el Mago Pop, el mejor del mundo, no lo hiciera desaparecer en su número especial.
Todos los cientos de periodistas acreditados en el X Aniversario de la Gala Starlite aguardaron pacientemente su flamante llegada para ver qué kaftan elegía para su presentación en sociedad.
Pero la joya de la noche no era un diamante, sino un Ford GT. No es un coche cualquiera, cuesta 600.000 euros y solo dos afortunados españoles podrán conducirlo tras haber pasado un duro proceso de selección. Entre los requisitos, además de poder pagarlo, hay que acreditar gusto por coleccionar coches de lujo y hay que moverlo, no guardarlo en el garaje ni especular con él para su venta. Lo curioso es que ninguno de los dos elegidos es futbolista ni famoso. Hay un millonario de cuna y un afamado médico catalán. Dicen que la pasada noche en Starlite había grandes fortunas dispuestas a colaborar por una buena causa, pero los dueños del coche fantástico no estuvieron. Banderas, sin embargo, llegó con un Ford Raptor dispuesto arrasar la mismísima cantera.
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