¿El grupo más misógino de la historia del rock?
Las dos grandes bandas británicas tienen letras políticamente incorrectas en su discografía
sentada la sumisión de la mujer, ha dejado descolocada a la prensa, a la industria y a una opinión pública que no sabe cómo digerir sus mensajes sin poner el grito en el cielo.
Artistas del movimiento como La Zowi han añadido confusión (y mucha leña al fuego) a un debate en el que no parece probable que vayan a imperar valores consensuados. ¿Una mujer vanagloriándose de ser la más puta del lugar? Eso es exactamente lo que dice su mayor hit, cuyo título podrán adivinar: «¡Esta es música pa’ putas!», grita en los conciertos a sus fans, que entienden el calificativo como un signo de empoderamiento. Para ellas, hay que darle la vuelta al término para apropiarse de él, como en su momento hizo el movimiento gay con el insulto «maricón».
Está claro que la juventud actual viene pegando fuerte (las convulsiones musicales son siempre el primer reflejo), que corren tiempos de cambio, pero también es verdad que la inquisición pop a veces se pasa de frenada. Si no que se lo digan a Amaral, una de las víctimas más insólitas de esta cruzada: un programa educativo del Gobierno de Navarra los incluyó en una lista de canciones machistas por decir «sin ti no soy nada» en un estribillo.
Cuando el dinero público entra en juego, un debate a fondo sobre el tema siempre es necesario. No hay ninguna necesidad de exponer a los niños a ciertos mensajes en las fiestas de su pueblo, pero tampoco es bueno coartar la exposición de las diferentes expresiones artísticas. ¿Dónde está el equilibrio? Hasta que haya un consenso al respecto, el sentido común en términos culturales seguirá dando tumbos. La historia del rock está plagada de versos llenos de violencia contra las mujeres y de historias no menos truculentas. Sinónimo de desenfreno, salvajismo e inmoralidad, el género cuenta con un reguero de temas sexistas de cuya revisión histórica no se libran ni los Beatles ni los Rolling Stones.
Bien es cierto que «todas las canciones son deudoras de su tiempo. Y el rock fue machista desde su origen. Fue muy innovador en las formas músicales y rebeldes, pero no fue nada revolucionario en cuanto al tratamiento de la mujer por parte del hombre en sus letras. Sólo años después vinieron Janis Joplin y, más tarde, Patti Smith», afirma Julio Ródenas, director del programa «Turbo 3», de Radio 3.
«La música popular de los años ciencuenta, sesenta, setenta y hasta los ochenta bebía de una actitud predominantemente machista. Elvis Presley o Chuk Berry son también autores de canciones en las que la mujer no sale muy bien parada», continúa el presentador. Pero siempre hay alguien que despunta y aquí los Rolling Stones se llevan la palma. En el libro «The Sex Revolts» (1995) Joy Press y Simon Reynolds llegaron a la conclusión de que era el grupo más misógino de la historia del rock.
Razones para ocupar el primer puesto no les faltan. «Un ejemplo muy famoso es el de “Under My Thumb” (1966, incluida en el álbum “Aftermath”). Los autores son Jagger y Richards. El protagonista del tema se jacta de tener a la chica bajo su control. Antes lo dominaba; ahora ella hace lo que él quiere. La canción es instrumentalmente buena pero, debido a su letra, ha pasado a la historia del rock como machista», relata Ródenas.
El tema causó tal revuelo que los colectivos feministas dieron la voz de alarma. Y Jagger intentó defenderse afirmando que aquel tema no era más antifeminista que cualquier otro suyo.
Pero en «Aftermath» había una canción que hasta el mismo líder de la banda admitió que era mucho más desagradable que «Under My Thumb»: «Stupid Girl». «En esta, Jagger se despacha a gusto con una chica a la que describe básicamente como tonta y sin principios, a la par que manipuladora», cuenta Miguel Ángel Bargueño en «Las chicas son rockeras» (Cúpula).
Otra clave misógina se encierra en «Brown Sugar» (1971, en el álbum «Sticky Fingers»). Además de a la heroína, se barajan dos posibles destinatarias que se disputan entre ellas la dedicatoria del mencionado tema. En primer lugar, Marsha Hunt; la actriz americana mantuvo una relación secreta con Mike Jagger de la que nació la primera hija del músico británico, Karis. Le rebate la teoría la corista Claudia Lennear, con la que también estuvo saliendo.
Azotes y violaciones
Ambientada en Nueva Orleans, en «Brown Sugar» «aparecen un tipo que azota a las esclavas y una mujer víctima de continuas violaciones», recoge Bargueño en su libro, donde también detalla las palabras del líder del grupo con respecto a la polémica generada por la letra de la canción: «Dios sabe de lo que estoy hablando en esa canción. Es una mezcolanza. Todos los temas desagradables de una vez (...) Nunca escribiría esa canción ahora. Probablemente me censuraría a mí mismo. Pensaría: “Oh Dios, no puedo. Tengo que parar. No puedo escribir algo tan crudo”». «Under My Thumb» «Bajo mi pulgar, la chica que una vez me dominó ahora depende de mí. La diferencia es la ropa que usa. (...) Habla cuando se la habla. (...) Es un perro inquieto que ya lo ha dado todo» «Run For Your Life» «Prefiero verte muerta, chiquilla, que con otro hombre. Si te cojo con otro hombre será el final» «Frente a la fama de bravucones de los Stones, los Beatles sedujeron al mundo con su imagen atildada, sus cuidadas armonías vocales y el romanticismo de sus letras. Pero amor no era lo único que destilaban sus canciones. Varias de ellas están impregnadas de los tics propios del patriarcado más exacerbado», se narra en «Las chicas son rockeras». Evidentemente misógina es la canción «Run For Your Life» (1965, «Rubber Soul»). ¿El autor? El mismo de «Imagine», que aquí directamente amenaza de muerte a la protagonista. La controversia generada hizo que renegara de la canción, pero la violencia de género se vuelve a plasmar claramente en «Getting Better» ( 1967 «Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band»). «John Lennon tenía comportamientos agresivos contra las mujeres. Él mismo lo confesaba en el libro “La última entrevista con John Lennon y Yoko Ono”, del periodista David Sheff: “Siempre he sido muy estúpido y machista en mis relaciones. Muy delicado e inseguro al mismo tiempo que agresivo”», concluye Ródenas.