El peronismo acaricia su vuelta al poder tras ganar con holgura las primarias
∑El candidato de Cristina Kirchner saca 15 puntos a Macri, gracias al voto de castigo a un gobierno liberal que impuso cuatro años de austeridad
Era una crónica anunciada. Los mercados no quieren en la Casa Rosada a Alberto Fernández, y mucho menos a Cristina Fernández de Kirchner de vicepresidenta, enredando en la sombra. El dólar se disparó hasta los 61 pesos (15 más de su valor del viernes), las acciones argentinas se desplomaron y en Wall Street los pesos cayeron como nunca antes en la historia. El escenario del día después de la derrota de Mauricio Macri –por quince puntos de diferencia- en las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) no podía ser más negro. El mensaje de rechazo era para «los Fernández» (Alberto y Cristina), pero la factura la pagaba Macri o, mejor dicho, Argentina.
El presidente, al menos hasta el 10 de diciembre, convocó de urgencia a su Gabinete. El día de furia con el baile de números en ascenso de la divisa estadounidense y el viaje al fondo del abismo de las acciones y bonos del Estado (60 y 20 por ciento de pérdidas respectivamente) prolongaron la pesadilla del domingo. El término gobernabilidad volvió a ponerse sobre la mesa para evitar escenas del pasado, como en los tiempos de la transición precipitada de Raúl Alfonsín a Carlos Menem y las versiones de remodelación de Gobierno tomaron fuerza.
Éxito kirchnerista
Solo un milagro podría revertir la situación. No acertaron las encuestas, se equivocaron los estrategas del Gobierno y los únicos que dieron en el clavo fueron los fantasmas del pasado hechos carne, pero carne ganadora. Los «Fernández», Alberto y Cristina (la viuda de Nestor Kirchner), arrasaron en las primarias argentinas. El presidente encajó, como un boxeador sonado, el golpe de la «fórmula» que siente rozar con los dedos el cielo del regreso al poder de la Casa Rosada. Más del 47 por ciento de los votos frente a un 32 convierten el sueño de la reelección de Macri (del FMI, de Estados Unidos y de buena parte de Europa) en una utopía.
«Duele no haber tenido todo el apoyo que esperábamos», «han fallado todas las empresas encuestadoras», se lamentaba Macri. El gran sondeo nacional que fueron estas PASO parece anticipar una primera vuelta de las elecciones, el 27 de octubre, con unos ganadores que no son ni él ni Miguel Ángel Pichetto, el peronista con el que se alió en Juntos por el Cambio. Los números no engañan y si estos se mantienen no haría falta ni siquiera una segunda vuelta para ratificar la victoria del Frente de Todos. En Argentina es suficiente con superar el 45 por ciento para poder proclamarse Presidente. Y eso es, exactamente lo que sucedió el domingo.
El fracaso se explica por muchas razones y prácticamente todas terminan en la famosa frase atribuida a Bill Clinton: «Es la economía, estúpido». Los argentinos no perdonan cuatro años de inflación galopante con una pérdida brutal de poder adquisitivo y un dólar, su moneda de ahorro, por las nubes. Frente a eso, la corrupción de los doce años del kirchnerismo carecen de valor. Algo parecido deben pensar los jueces, un cuerpo salpicado hasta las entrañas que ahora estará pensando qué hacer con la lista de juicios que tienen a la expresidenta en el banquillo. En cualquier caso, con ella como vicepresidenta y Alberto Fernández con la «birome» (bolígrafo) presidencial de los indultos en la mano, tendría garantizado el futuro lejos de la sombra de una celda.
Los argentinos no perdonan cuatro años de inflación galopante con una pérdida brutal de poder adquisitivo
Nueva etapa
Alberto Fernández estaba, con razón, pletórico. «Nunca fuimos locos gobernando. Siempre arreglamos los problemas que otros generaron». Desmentido por el pasado más reciente, poco importan las palabras mientras se traduzcan en votos: «Vamos a empezar una etapa nueva, que es lo que queda de la elección. Que los que están intranquilos no se intranquilicen». Siguió: «Los argentinos entendieron un mensaje que decía que nuestros abuelos tienen derecho a tener salud y un ingreso como el que corresponde y que vamos a pagarlo antes de se