La protesta cancela todos los vuelos en Hong Kong
∑Con una media de 800 vuelos diarios, la ciudad «rebelde» es uno de los nudos más importantes del tráfico mundial
Ojo por ojo, caos aéreo por «mano dura» policial. Las protestas de Hong Kong aplicaron la ley del Talión ayer, cuando miles de personas ocuparon el aeropuerto por la tarde y obligaron a cancelar todos los vuelos. Con esta sentada multitudinaria que bloqueó los mostradores de facturación, los manifestantes denunciaban que una joven puede perder su ojo derecho porque, al parecer, fue alcanzada por una pelota de goma disparada por la Policía para dispersar una de las marchas prohibidas del domingo contra la ley de extradición a China, suspendida pero no retirada.
La rabia por dicho incidente ha provocado una nueva escalada de la tensión tras el décimo fin de semana de agitación social, que fue uno de los más violentos y dejó a un policía herido por un «cóctel Molotov». A los enfrentamientos entre la «guerrilla urbana» de los manifestantes y la Policía, que endureció su respuesta, se sumó otra acampada masiva de tres días en el aeropuerto para informar a los pasajeros de sus protestas contra el autoritario régimen chino.
Pero, a diferencia de la ocupación de ayer, durante el fin de semana no se bloqueó el aeropuerto, lo que desató el caos en el tráfico aéreo. Con una media de 800 vuelos diarios y 75 millones de pasajeros anuales, Hong Kong tiene uno de los aeropuertos más transitados del mundo por ser un importante nudo de comunicaciones en Asia, junto a Singapur y Bangkok. Desde las cuatro de la tarde (diez de la mañana, hora española), fueron cancelados 180 vuelos: todos los de salida que no habían facturado el equipaje y los de llegada que no habían partido aún desde sus lugares de origen.
Mientras los pasajeros que tenían prevista su salida se quedaban atrapados en Hong Kong, los que acababan de aterrizar no podían tomar el tren que comunica con la ciudad porque también había sido tomado por los manifestantes. Tal y como mostraban las imágenes que llegaban desde el aeropuerto, se formaron colas kilométricas con miles de personas mientras las autoridades intentaban facilitar la salida de los viajeros en autobús.
Los pasajeron esperaban en cola mientras las autoridades facilitaban la salida en autobús
«En los últimos 21 años, el servicio del aeropuerto solo ha sido suspendido por los tifones y, si no recuerdo mal, por la colisión de un carguero con un puente. Aunque el aeropuerto de Hong Kong es uno de los más seguros y eficientes, lo que ha ocurrido ha dañado seriamente su reputación y la de la ciudad», se quejó el secretario de Transporte y Vivienda, Frank Chan, en una comparecencia ante la prensa.
Antidisturbios
Junto a él, el secretario de Seguridad, John Lee, justificó que hubiera heridos por las acciones policiales «porque hay gente que desafía abiertamente la ley». En su opinión, «si no hay ataques contra la Policía, si no hay uso de la violencia, desde luego no hay necesidad de la que Policía tenga que recurrir a la fuerza». Con estas palabras, el secretario de Seguridad respondía a las nuevas críticas que están recibiendo los antidisturbios por su contundente actuación del fin de semana, en el que han lanzado gases lacrimógenos dentro de una estación de metro y disparado perdigones con espray de pimienta a corta distancia de los manifestantes.
Ante el temor a que la Policía irrumpiera en el aeropuerto disparando gases lacrimógenos para dispersar la sentada, los manifestantes optaron por marcharse a pie por la autopista hasta el siguiente barrio con parada de metro. Escarmentados por el en