El Gobierno subirá la previsión del PIB al menos hasta el 2,3%
∑ Montero reconoce que la inestabilidad política puede ralentizar el crecimiento económico
«Como mínimo», una décima más. Así manifestó ayer la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, su intención de revisar al alza las previsiones del Gobierno sobre el crecimiento del PIB, del actual 2,2% hasta, al menos, el 2,3%. Aunque la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, ya había anunciado en julio que elevaría el pronóstico para alinearlo con el de los organismos internacionales, hasta ahora no habían ofrecido números concretos.
Y es que los buenos presagios para 2019 no son exclusivos del Ejecutivo en funciones. Salvo CEOE y BBVA, que rebajaron una décima, hasta el 2,1% y el 2,3%, respectivamente, sus expectativas de crecimiento económico para este año, las instituciones de prestigio han revisado y aumentado las cifras estimadas antes de verano. La Comisión Europea elevó su previsión del 2,1% al 2,3%, mientras que el Banco de España la subió dos décimas, hasta el 2,4%, el FMI otras dos, al 2,3%, y tanto el panel de analistas de Funcas como el Instituto de Estudios Económicos (IEE) aumentaron sus predicciones hasta el 2,3%.
Así, mientras países como Alemania y el Reino Unido –su PIB se contrajo por primera vez desde 2012 en el segundo trimestre– tratan de capear el temporal provocado por la guerra comercial y el Brexit, España parece ser capaz de salvar los muebles. De hecho, la economía española lleva ya varios años creciendo por encima de la media de la Unión Europea (del 1,9% en 2018, según Eurostat). 2,3 2,3 2,4 (+0,2) 2,3 2,1
No obstante, a pesar de un primer semestre mejor de lo esperado, según el Banco de España, el FMI ha advertido de que, en 2020, el PIB español crecerá un 1,9%, el primer aumento por debajo del 2% desde 2014, año en que la economía se enderezaba después de la crisis. El último pronóstico del supervisor apunta en la misma dirección y prevé que el avance del PIB se modere en los próximos años, hasta el 1,9% en 2020 y el 1,7% en 2021, en lo que llama una «senda de gradual desaceleración».
Al clima de ralentización económica, que se ha adueñado del Viejo Continente, se suma el enorme nivel de deuda (por encima del 90% del PIB) y la alta tasa de paro, los principales problemas 2,2 2,3 2,3 2,1 2,3 sobre los que Bruselas ha llamado la atención al Gobierno español. A lo que hay que añadir otro factor: la inestabilidad política.
Sin funciones
Como reconoció Montero, la prolongación de la actual situación –una investidura fallida, un Ejecutivo en funciones y una repetición de elecciones en el horizonte– puede ralentizar la marcha de la economía. «Claro que afecta al crecimiento económico la incertidumbre», subrayó la titular de Hacienda, que recordó la imposibilidad de presentar un techo de gasto, dado que «un Gobierno en funciones no puede ir más allá de las tareas ordinarias».
Así, para cumplir con el pronóstico de crecimiento de, al menos, el 2,3%, es necesario contar con un Ejecutivo «a pleno rendimiento» y con potestad para presentar un techo de gasto y aprobar unos nuevos Presupuestos. De estos últimos, según Montero, el fisco ya tiene un «esqueleto técnico bastante avanzado».
Desaceleración El Banco de España prevé que el PIB modere su avance y crezca un 1,9% en 2020 y un 1,7% en 2021