Europa alerta del riesgo de expansión de la peste porcina
∑ Hay brotes en Polonia, Rumanía, Lituania, Eslovaquia, Bélgica y Luxemburgo
En la localidad fronteriza de Neuzelle, la Policía alemana detiene aleatoriamente vehículos y pide a los conductores que bajen la ventanilla. Los agentes no buscan drogas ni a traficantes de personas, solo desean preguntar por las morcillas, embutidos y demás productos cárnicos de matanza casera que puedan haber pasado la frontera desde Polonia.
No hay nada de ilegal en ello, pero aconsejan no introducirlos en Alemania o consumirlos con precaución debido a los 33 brotes de peste porcina africana que acaban de ser declarados en explotaciones de ese país. En todos los puestos fronterizos hay carteles que anuncian en seis idiomas la prohibición de alimentar a los jabalíes, la principal fuente potencial de contagio, y que advierten contra el consumo de carne procedente de la caza. Desde que en el verano de 2017 se detectó la enfermedad en jabalíes en la República Checa y en porcino doméstico en Rumanía, el número de brotes en la Europa del Este aumenta sin remedio. Según las comunicaciones a través del Sistema de Notificación de Enfermedades Animales de la UE
Cazadores de élite para los jabalíes
España está libre de peste porcina africana desde 1995, pero ante el auge en Europa ha implementado medidas de protección adicionales. A finales de 2018 se prohibió la importación de jabalíes y este año el Ministerio de Agricultura ha mantenido reuniones con sectores involucrados, como ganaderos y cazadores –a los que se propuso crear un «cuerpo de élite» si se detectara en jabalíes–. En junio, el departamento de Luis Planas realizó un simulacro de detección de un foco. Las conclusiones: aunque hay buenos canales de comunicación entre sectores, faltan medios de sacrificio rápido para el porcino o un protocolo de búsqueda de cadáveres. (ADNS), desde 2014 hasta el 5 de agosto de 2019 destacan notablemente los 5.059 focos surgidos en Polonia, seguidos de los 3.692 de Lituania y los 3.663 de Letonia.
El pasado 25 de julio, Eslovaquia dio su primer aviso de un brote localizado en Trebisov, cerca de la frontera con Hungría. En Rumanía se han registrado más de mil brotes en lo que va de año y en la Europa occidental, han sido encontrados cientos de jabalíes infectados en Bélgica y Luxemburgo. En conjunto ha sido necesario ya sacrificar desde enero medio millón de animales como medida de precaución.
La época de mayor peligro
Nos encontramos en las semanas de mayor peligro de contagio, advierte la experta de Agrar Heute Anke Fritz, debido al número de traslados. El virus puede viajar en los neumáticos de los coches, suelas de los zapatos o porciones de salchichas arrojadas descuidadamente al campo en un merendero. Y, por supuesto, a través de productos que no hayan pasado los debidos controles.
En el aeropuerto de Belfast, por ejemplo, ha sido detectada una carga de 300 kilos de carne de cerdo importada ilegalmente desde Asia y que contenía el agente patógeno de la peste porcina, que, aunque es inocuo en el ser humano, amenaza seriamente a la cabaña porcina europea, por lo que el comisario de Consumo, Vytenis Andriukaitis, ha llamado a la precaución extrema en los controles.
En China y en Vietnam ya está causando estragos. Los analistas de la consultora holandesa Rabobank, una empresa de servicios financieros especializada en la industria agroalimentaria, China perderá la mitad de toda su población porcina este año, lo que supone más de 200 millones de animales.