La última trampa del cacique
Diosdado Cabello, con un cartel contra Trump régimen No satisfecho con inventarse un parlamento de mentira, a su medida, una vez que perdió la mayoría cuando los venezolanos votaron en las urnas, el chavismo redobla su acoso a la Asamblea Nacional (la legítima) levantando la inmunidad de los diputados de la oposición, a los que una Justicia absolutamente controlada por Maduro procede a acusar de gravísimos delitos construidos por el régimen para poner fuera de juego a esos parlamentarios. Se trata de echarles encima al Tribunal Supremo con el fin de que tengan que huir para evitar ser detenidos y llevados a las siniestras ergástulas del Helicoide, zona cero de la represión política que practican el régimen. Ya son una veintena los diputados a los que se les ha allanado su inmunidad en esta legislatura. Los últimos cuatro opositores sobre los que Maduro ha puesto la diana son acusados de «traición a la patria, instigación a la insurrección, rebelión civil, concierto para delinquir, usurpación de funciones, instigación pública a la desobediencia de las leyes y odio».
Juan Guaidó, el legítimo presidente de Venezuela, reconocido por medio centenar de Estados de todo el mundo, ha denunciado este grosero intento por neutralizar a la Asamblea que salió de las urnas, la última trampa del cacique que se esconde en el Palacio de Miraflores.