La negociación por Rodrigo reabre el cisma en la cúpula del Valencia
∑ El dueño y el director general vuelven a chocar por la política de fichajes del club
FELIPE (Oporto) Ni la clasificación por segunda temporada consecutiva para la Liga de Campeones ni, sobre todo, la conquista de la última edición de la Copa del Rey han conseguido que el Valencia alcance la definitiva paz institucional que anhela su afición desde hace años. El verano no ha ayudado a fomentar esa estabilidad y el mercado de fichajes ha reabierto viejas heridas, ahondando el cisma entre la cúpula directiva y Mateu Alemany, director general y hombre de máxima confianza del técnico Marcelino. Las negociaciones para el traspaso al Atlético del Madrid del internacional Rodrigo Moreno, que ayer no se entrenó con su equipo, han vuelto a desatar una tormenta con final incierto.
Los goles de Rodrigo, un representado de Jorge Mendes, resultaron fundamentales para que el Valencia regresara a las celebraciones después de una década de sequía y para que el equipo asegurara de nuevo una plaza en la Liga de Campeones, el objetivo con el que comenzó el curso. Marcelino considera al internacional español imprescindible para el proyecto 2019-20 y así se lo ha transmitido a Mateu Alemany, que a finales de julio parecía fuera de la entidad por sus diferencias con el presidente Anil Murthy. El desencuentro entre ellos LODI (Paranaense) Mateu Alemany, director general del Valencia por la política de traspasos y fichajes del club, con el portugués Mendes en el centro de varias operaciones, dejó al director general en una posición de debilidad. Sin embargo, la defensa que recibió de la plantilla y del entrenador, que tenía decidida la marcha del club en caso de perder a su máximo aliado, forzaron la paz entre Murthy y Alemany. Una tregua que se gestó en un viaje a Singapur, donde se reunieron con el máximo accionista de la entidad, Peter Lim.
Alemany salvó el despido, pero su poder a la hora de tomar decisiones continúa siendo limitado. Así, hace solo unos días, Lim echó para atrás el fichaje del centrocampista Rafinha, una petición expresa de Marcelino. El azulgrana, al que ya intentó contratar el director general en julio, fue precisamente uno de los motivos que provocó la crisis que forzó aquella reunión de urgencia en Singapur.
Las negociaciones para traspasar a Rodrigo, que tiene una cláusula de rescisión de 120 millones aunque podría dejar Mestalla por la mitad de esa cantidad, han reabierto viejas heridas con Alemany, que se opone a la venta del goleador. Y más a escasos días del inicio de la Liga. El futuro del jugador y del director general resultan igual de inciertos.
Reunión en Singapur Tras aquel encuentro, Peter Lim también ha negado a Alemany la contratación de Rafinha