Huevos de oro
Nuestro éxito turístico puede agradar mas o menos a cada cual pero lo evidente es que Andalucía vive hoy, en gran medida, de esa industria en alza. Nuestros aeropuertos baten récords cada año —el de Sevilla supera ya ¡los siete millones¡ de viajeros¡— pero, ay, antier mismo veíamos
a la autoridad sanitaria cerrar una de nuestras populares playas —y van tres este verano— ante la intolerable presencia de una peligrosa bacteria, nada menos que la «escherichia coli». ¿Puede una región que tanto depende del turismo permitirse fallos semejantes? Ahí queda esa pregunta que el «Gobierno del cambio», heredero de un considerable problema de saneamiento, debe atender, en todo caso, sin demora.