LAS SORPRESAS DE 2021
Este año, y pese a que lo vivido en los últimos meses no nos deja el cuerpo para muchas sorpresas, voy a hacer el habitual ejercicio prospectivo de tirarme a la piscina para tratar de anticipar algunos eventos que hoy en principio no son parte del guión del año que estamos a punto de estrenar. La verdad es que las orejeras que nos ha impuesto la pandemia hace que esta raya en el agua sea hoy más provocadora que nunca. Tratar de desentrañar el futuro cuando no tenemos claro que es lo que va a pasar en las próximas semanas es un más difícil todavía que puede terminar con un sonoro batacazo.
Y probablemente sea esa velocidad a la que van las cosas que ha definido esta crisis lo que estamos menospreciando a la hora de hacer proyecciones. Eso y la política, que no solo aquí pero aquí sin dudarlo nos nubla el juicio. El ruido de la actualidad de por ejemplo la vacuna nos impide proyectar que con un nivel muy alto de probabilidad y viendo el éxito rotundo de las distintas vacunas vamos a volver a una vida normal más pronto que tarde con lo que eso supone para la economía. Nos parapetamos en una montaña de salvedades para tratar de diluir el escenario más probable, que es el de una fortísima recuperación económica en 2021.
En el caso de España y aunque la más que lógica fobia política hace prácticamente imposible algo de ecuanimidad en el análisis, las mismas razones que estuvieron detrás de que fuera la economía que peor comportamiento ha tenido este años serán las que estén detrás de un mucho mejor el año que viene. Y la mayor sorpresa que va a traer la recuperación económica debajo del brazo va a ser el repunte de la inflación con lo que eso supone. A estas alturas tenemos claro que este ciclo no se parece en nada al anterior y una de las grandes diferencias es que la recuperación se va a traducir en el incremento de precios.
Y en lo que respecta a los mercados, serán los activos más ligados al ciclo los que mejor comportamiento tengan. Y en este caso la bolsa española es la clara beneficiaria por su composición sectorial. El guiño político que me permito –y solo por que está relacionado con la economía– es que el Gobierno va a ir preparando un adelanto electoral en 2022. No van a intentar pasar presupuestos y las tesis de Calviño se van a ir imponiendo. Van a aprovechar el viento de cola en la economía y que Bruselas en el corto plazo no va a todavía apretar tuercas para tratar de sacar rédito electoral de la recuperación. Y si el Real Madrid termina ganando la Liga y la Champions será otro síntoma de que las cosas vuelven a su orden natural.