OJO A GIBRALTAR
Me contentaría que la señora González Laya mostrase la misma firmeza que ha mostrado monsieur Barnier en el Brexit
CUIDADO con Gibraltar que, al menor descuido vuelven a darnos gato por liebre. Habrán oído que corre peligro de convertirse en territorio extracomunitario, al no estar incluido en el acuerdo Unión EuropeaReino Unido sobre el Brexit y depender de lo que acuerden Londres y Madrid sobre él. Medio siglo siguiendo de cerca el contencioso me advierte que los británicos siempre nos engañaron. O nos dejamos engañar, que es peor. Pero puede volver a ocurrir.
En principio, la situación es sencilla▶ Gibraltar está en la Unión Europea como «territorio cuyos asuntos externos lleva un estado miembro» (Reino Unido). Al salir ese estado, sale también Gibraltar, habiendo decidido Bruselas que «todo acuerdo sobre él debe contar con la aprobación de España». Tenemos, pues, la última palabra.
Lo que me intranquiliza no es que ingleses y gibraltareños estén haciendo lo posible e imposible por dejar a Gibraltar en la zona Schengen y que nuestra ministra de Asuntos Exteriores se lo facilite. Primero, olvidando que el Peñón es una colonia, a descolonizar por negociaciones entre Madrid y Londres «teniendo en cuenta el principio de la integridad territorial de los países» (Resolución 2353 de la XXII Asamblea General de la ONU) y que fue cedido con la condición de que si Inglaterra decidiera deshacerse de él, «España tendría la primera opción» (Tratado de Utrecht).
Sin embargo, la señora González Laya se olvidó de la soberanía y ha puesto todo el énfasis en «la máxima movilidad en la Verja» levantada por los ingleses, cuando el general Monereo ordenó montar una puerta paralela para que no siguieran avanzando en territorio nunca cedido. Se cedió sólo «la fortaleza hasta sus murallas y puerto».
Lo que hoy intentan es llevar esa frontera al puerto y aeropuerto construido también en el istmo, donde agentes de la Agencia Europea de Fronteras y policías gibraltareños harían los controles. Ya se intentó en el pasado, pero al exigir España la presencia de agentes españoles, los ingleses lo rechazaron.
La treta puede ser hacer invisibles a los agentes españoles ¿Es esta la trampa▶ aceptar policías y guardia civiles que no ven ni se ven? ¿Cómo y qué van a controlar entonces? Aunque la última razón puede ser que los militares ingleses no quieren extraños cerca de sus sistemas de detección en Gibraltar. Que es, sobre todo, una base militar.
Espero haberles explicado la complejidad del caso. Y me contentaría que, en su negociación con los ingleses, la señora González Laya mostrase la misma firmeza que ha mostrado monsieur Barnier en el Brexit.