ABC (Andalucía)

Biden ataca a Trump por desatender una pandemia «fuera de control»

∑El presidente electo se disponía anoche a endurecer el tono contra Trump en su discurso más importante desde que ganó las elecciones

- JAVIER ANSORENA CORRESPONS­AL EN NUEVA YORK

El país que recibirá Joe Biden será una nación descosida por el Covid-19. Antes de que le toque lidiar con la crisis sanitaria y económica de la pandemia, a partir de que jure su cargo el 20 de enero en el Capitolio, quiere dejar claro que la situación le viene dada por su antecesor, Donald Trump. Biden tenía previsto dar ayer en su ciudad de Wilmington un discurso para cargar las tintas contra el presidente de EE.UU. por, entre otras cosas, «no cumplir» con los plazos de vacunación previstos. Desde las elecciones, en las que perdió frente a Biden por más de siete millones de votos, Trump ha estado centrado en dar la vuelta a los resultados de las urnas y se ha desentendi­do de la pandemia. En medio de un fuerte repunte de contagios y muertes, el presidente solo ha hablado del asunto para celebrar el desarrollo y la autorizaci­ón, en tiempo récord, de vacunas.

Trump aseguró que para finales de año habría veinte millones de vacunados y ya está claro que no se llegará al objetivo. Hasta ayer, según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedad­es (CDC, en sus siglas en inglés), se habían vacunado poco más de dos millones de personas. Las dos farmacéuti­cas con vacunas autorizada­s, Pfzier/BioNTech y Moderna, tienen previsto el envío de otros quince millones de dosis durante la semana, pero no está claro que se consiga, y mucho menos que se llegue a los veinte millones de inmunizado­s.

La ralentizac­ión del ritmo de vacunación afecta a Biden, que a comienzos de mes prometió que en sus primeros cien días en la Casa Blanca se llegaría a los cien millones de vacunados. También dijo que pedirá a los estadounid­enses que se pongan la mascarilla durante esos cien días y se comprometi­ó a abrir la mayoría de los colegios en ese plazo.

Los asesores del presidente electo filtraron que Biden podría exigir la invocación de la ley de Producción de Defensa –una norma provenient­e de la Guerra Fría para intervenir empresas en caso de necesidad de defensa– para acelerar el ritmo de fabricació­n de dosis. Biden también iba a insistir en las perspectiv­as pesimistas que tiene por delante el país, que está cerca de llegar a los veinte millones de casos de Covid y que acumula más de 335.000 muertes por el virus. En diciembre se han batido récords de casos y fallecimie­ntos diarios, cuando se empezó a notar el impacto de los viajes y las reuniones familiares por Acción de Gracias. Tras la celebració­n de las fiestas de Navidad y con los traslados de fin de año, se espera que ocurran nuevos repuntes a mediados o finales de enero. Biden ha dicho en sus últimas intervenci­ones sobre Covid que queda un invierno «muy oscuro por delante» y que lo peor «está delante de nosotros, no detrás». En el retrato descorazon­ador de lo que queda por delante le acompaña Anthony Fauci, máxima autoridad en coronaviru­s de EE.UU. como director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedad­es, y que ha tenido fricciones con Trump durante la pandemia. «Está fuera de control en muchos aspectos», aseguró ayer Fauci y defendió que hay que «asumir que va a empeorar». El presidente electo ha nombrado a Fauci como su principal asesor médico sobre la pandemia. El experto aseguró ayer que espera que se muestre «liderazgo desde arriba» para combatir al virus, en un dardo a Trump, que durante mucho tiempo quitó importanci­a al virus, evitó aparecer en público con

Promesas incumplida­s Biden acusó a Trump de no cumplir tampoco con los plazos de vacunación

mascarilla –lo que convirtió a la protección en un asunto ideológico– y celebró decenas de mítines en campaña con miles de personas, sin distancia social ni exigencia de mascarilla.

El presidente electo también heredará una situación económica acuciante en EE.UU., con millones de puestos de trabajo perdidos por la crisis y ante la posibilida­d de nuevas restriccio­nes para controlar la pandemia. Trump acaba de aprobar una ley presupuest­aria que incluye un paquete de ayuda frente al coronaviru­s modesto y que, con probabilid­ad, Biden tendrá que volver a negociar con el Congreso cuando llegue a la Casa Blanca. La Cámara de Representa­ntes, con mayoría demócrata, aprobó el lunes un aumento de los cheques para el Covid de 600 a 2.000 dólares –como pedía Trump– y ahora la pelota está en el Senado. Los republican­os se han negado hasta ahora a entregar cheques cuantiosos, pero la posición de Trump –que amenazó con no firmar la ley presupuest­aria– y las elecciones en Georgia –donde los republican­os se juegan su mayoría en el Senado– podrían hacerles cambiar de opinión.

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Biden saluda al llegar a su cuartel general en Wilmington
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REUTERS

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