Año negro para el cine en España▶ 446 millones de pérdidas por el Covid
La taquilla cierra con 169,7 millones de euros de recaudación. La película más vista en 2020 ha sido «Padre no hay más que uno 2»
Los cierres de las salas durante los meses de confinamiento y la ausencia de grandes estrenos tras la reapertura –siempre con restricciones de aforo– han lastrado los ingresos del sector en España este 2020, que acusa unas pérdidas de 446 millones de euros en la taquilla después de encadenar varios años de buenas cifras de recaudación y de alcanzar el pasado 2019 el mejor resultado de la última década, con más de 105 millones de espectadores.
El coronavirus le ha dado la vuelta a la tortilla y ha amortiguado la tendencia positiva en un sector especialmente castigado durante la pandemia. El batacazo es aún mayor si se tiene en cuenta el alza que experimentaba la taquilla los primeros meses del año. Antes del confinamiento y de la nueva normalidad, que ha incentivado el auge de las plataformas de streaming frente al visionado tradicional de películas, se registró un incremento de asistencia a las salas del 7%, con el estreno de películas como «1917», de Sam Mendes, que recaudó 9,6 millones de euros y reunió a 1,5 millones de espectadores, y «Bad boys for life», que obtuvo 6,7 millones.
En este año de pérdidas, que suponen un descenso del 72% frente a las cifras de récord obtenidas el ejercicio anterior, la taquilla cierra con 169,7 millones de euros de recaudación y 28,2 millones de espectadores, según los datos facilitados ayer por la consultora Comscore. Un saldo negativo propiciado por los cierres de salas y una cartelera huérfana de superproducciones de Hollywood.
La falta de «blockbusters» como «Dune» o la última entrega de James Bond, que huyeron en masa a 2021 ante las malas previsiones económicas de las salas de cine, contribuyeron a los malos datos anuales en un año en el que, al menos, el cine español le ha ganado la partida al de Hollywood. La película más vista de este año en España es una producción nacional. «Padre no hay más que uno 2», de Santiago Segura, llegó a finales de verano, justo cuando la taquilla empezaba a experimentar una ligera recuperación, propiciada también por el empeño de Christopher Nolan de estrenar «Tenet» en 2020, que recaudó 7,6 millones de euros. Estas dos películas, estrenadas después de la primera oleada de la pandemia, apoyando la reapertura de los cines, están entre los cinco títulos más vistos del año.
La secuela de Segura ha conseguido a lo largo del año reunir a 2,3 millones de espectadores y ha recaudado 12,9 millones de euros. Precisamente, la primera entrega de «Padre no hay más que uno» fue la película española más taquillera del año 2019, con 2,4 millones de espectadores y 14,2 millones de euros de recaudación. Cierra el Top 5 de lo más visto este año de pandemia otra producción española, «Adú», con un millón de espectadores y 6,3 millones de euros de taquilla. Salvo la excepción de Santiago Segura, este ha sido un año horrible para el cine español, con poco más de 42 millones de euros recaudados en taquilla. Unos resultados muy alejados de los 100 millones de media que se habían logrado en los últimos años
rimer partido tras la clamorosa entrevista de Messi, en la que habló de los problemas del Barcelona en tercera persona como si él no fuera el primer protagonista, y el primer asalariado. Me asombra esta capacidad de algunas estrellas de verse siempre en el cielo y nunca asumen su responsabilidad aunque desde luego cobran para ello. En el minuto 5 Araujo fue objeto de uno de estos penaltis que el árbitro no puede obviar si el VAR le pide revisarlo, pero que más parece un lance del juego, y en el siempre difícil capítulo de las intenciones, cuesta creer que el defensor realmente quisiera desbaratar una acción del atacante. Araujo no habría tenido ninguna opción de marcar, pero el contacto existió y la pena máxima, más o menos razonable, fue por lo tanto justa. Se encargó de ejecutarlo este Jack el Destripador de cualquier categoría futbolística al que conocemos bajo el nombre de Martin Braithwaite, que justo antes de empezar la carrera cerró los ojos y así a ciegas chutó aparatosamente fuera. Algún día recordaremos que no sólo tuvimos a un jugador como Braithwaite sino que estábamos tan extraviados que era él quien se encargaba de chutar los penaltis. Lamentable pero precisa metáfora de lo que es hoy el Barça.
Tras tan boyante regalo, el Eibar se hizo a la mar del ataque y el Barcelona reculó como un equipo menor, sin recursos para nada que más que resistir, y gracias. Jugaban con fuego los azulgranas, cediéndole demasiados córners al equipo de Mendilíbar. No crearon los vascos situaciones de excesivo peligro, pero sí de una gran humillación para un equipo de tan alta dotación presupuestaria y que no hace ni quince minutos presumía de jugar al mejor fútbol del mundo.
El Eibar se llevaba todos los balones divididos y el Barcelona caía a peso, como un muerto. Qué triste estampa de la derrota, mientras Messi
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