Una llamada a la sensatez frente al «radicalismo»
Los presidentes autonómicos se turnaron ayer para despedir el año de la pandemia reivindicando, a comienzos de la tercera ola, su gestión de la crisis sanitaria y prometiendo un futuro más halagüeño. Entre los discursos de los líderes socialistas, llamó la atención el del presidente de Aragón, Javier Lambán, por algo que debería ser lo habitual pero, desde las filas de la izquierda, empieza a ser una excepción▶ la defensa de la Constitución. A Lambán, que gobierna también en coalición con Podemos, no le tembló la voz al defender la Carta Magna como pilar sobre el que afianzar el presente y el futuro de España «frente a la sinrazón y al radicalismo» que, a su juicio, constituyen en este momento una grave amenaza para la convivencia y para el desarrollo del país. Empeñado en erosionar los pilares constitucionales, Sánchez debería tomar nota de la llamada a la «sensatez y sentido común» del presidente aragonés que, eso sí, evitó por todos los medios aludir a Felipe VI como Rey de España, no fueran a llamarlo a orden. También lo deberían escuchar con atención otros compañeros de partido como Ximo Puig, presidente de la Generalitat de Valencia, que habló de algo tan contradictorio como el combatir al «confinamiento mental» del nacionalismo con una apuesta decidida por la «España de Españas». Rara vez se apaga un incendio echando más gasolina.