ABC (Andalucía)

Silencio, habla la bióloga de España

- ROSA BELMONTE

Dijo Anne Igartiburu que la noche era «histórica e insólita». Estuvo mucho con los brazos en jarras, pero no se arrancó con la jota. Para un principian­te en dar las campanadas, la ausencia de gente habría sido perfecta. El ruido del gentío en la Puerta del Sol suele impedir a los campanador­es televisivo­s oír su propia respiració­n. No fue el caso. Las luces de la bandera española que puso Ayuso y Nacho Cano con sus musiquilla­s no molestaban. El mecano yogui era como «El maestro Juan Martínez que estaba allí». Porque nos lo dijeron. No Chaves Nogales, sino Igartiburu y Obregón. Porque tampoco lo vimos y escuchamos mucho (se sintió más a Rhodes tocando el «Himno de la alegría» antes de que Sánchez presentara el Plan de Recuperaci­ón). También pusieron imágenes de gente. Desconocid­a o conocida. «Bomberos», repetía mucho Ana Obregón. Sanitarios. Trabajador­es de supermerca­dos. Y ya al final Ana Blanco y otras figuras de TVE. Eran imágenes virtuales pero dispuestas como si fuera el Cluedo.

Cuando «Cachitos» ya empezó a ser «Cachitos» (después del Garage Band de antes de las campanadas) salió Conchita Bautista cantando «Guantaname­ra» con José Guardiola (se parece más él a José Bono que el Sánchez que sacó

Mota a Sánchez). De pequeña me impresiona­ba mucho que a Conchita Bautista se le hubiera muerto su hija María del Mar a los 17 años de leucemia. Eso no cambia. A los españoles nos impresiona que a Ana Obregón se le haya muerto su hijo de 27 años de cáncer. Sí, ha sido un año de pandemia, de muertes que no tendrían que haber sucedido. Pero la de Aless Lequio tampoco. Con su PCR hecha, estaban muy separadas Anne y Ana («esto son las ananadas», dijo Igartiburu). Sí se dieron la mano. Y las dos lloraron cuando Ana recordó a su hijo. Normal. No sé si era por la perspectiv­a de esa distancia, pero la diferencia de altura entre una y otra casi no se notaba. Podía estar Obregón subida en un cajón como la cabra Catalina. Pero me inclino por pensar que levitaba por el cariño de los que la estaban viendo. Aquí todo es mundo el cursi, así que yo también. ¿O no es cursi «Cinema Paradiso», el hilo que eligió José Mota para su especial? ¿O el rollazo de José Coronado en la pieza del final del Telediario 1? Claro, que lo es cualquier pieza de Hermoso. Pero es que encima esta era larga. Una no espera que todo el mundo tenga el talento y los cuartos de Charlie Brooker para hacer «Death to 2020» (Netflix), pero sí estaba una esperando «Mercado central» y eso no acababa nunca.

Illa y «Casablanca»

Lo de José Mota, pues lo de José Mota, sin altibajos. Sin mucha gracia tampoco. O sí, yo qué sé. Con su Illa▶ «Este Gobierno está estudiando suprimir el uso de la mascarilla mediante la técnica de salir respirado de casa». Casi lo más salvable con Luis Cobos al piano de «Casablanca» y el homenaje final a los mayores («nunca una generación dio tanto y recibió tan poco»), que muy bien, pero vaya. Ah, y su hijo era el Totó pequeño. Florentino Fernández estuvo ahí entre los tres tenores con Mota y

Santiago Segura y luego presentó el espectácul­o musical de siempre (esto no cambia, salvo las mascarilla­s de los bailarines) en La 1. Con Chenoa, que decía «todos y todas» o «bienvenido­s y bienvenida­s».

Por sus partes, Pedroche se quitó el edredón para enseñar unos tapetes de pedrería de Pedro del Hierro. Estaba entre Josephine Baker, una majorette y un elfo (por las orejas). Hecha una mamarracha. Pero es nuestra mamarracha. Ella puede serlo. Imaginen a Lena Dunham vestida así. Hace tiempo que Pedroche es la nueva Obregón. La verdadera, en plan Super Ratón, recordó que hay que vacunarse, que hay que lavarse las manos y mantener la distancia («Aquí habla la bióloga, que no debería»). No quiero parecer Anson con el ABC verdadero, pero «Cachitos» fue verdadero la primera Nochevieja, la del 12 al 13. Ha degenerado. A ver, ¿cómo pudo salir Abba en «Aplauso» cantando en un sofá «Dame, dame» (la única que decía las palabras correctas en español era Agnetha)y a continuaci­ón la Terre? ¿O

Ricky Martin? ¿Hemos llegado a 2085? Hombre, Las Deblas con «You are not matador, Señor», sí, pero ¿Baute?

Lo de las campanadas en La 1 fue como un país, dos sistemas. Ana Obregón▶ «Estamos aquí dos mujeres, dos mamás». Y toda España contigo, hija. Por una vez coincidimo­s en algo.

«Kubo y las dos cuerdas mágicas». EE.UU. 2016. Dir▶ Travis Knight.

«Huellas del pasado». Alemania. 2020. Dir▶ Gunnar Fuss. Int▶ Simone Thomalla, Christoph M. Ohrt. flor de mi jardín». Germany. 2017. Dir▶ Peter Gersina. Int▶ Adnan Maral, Esther Schweins.

«Marisol rumbo a Río». España. 1963. Dir▶ Fernando Palacios. Int▶ Marisol, Isabel Garcés.

Presentado

Incluye «Brexit, la nueva frontera» y «Cuando las ciudades sanan».

«Juntos y revueltos». EE.UU. 2014. Dir▶ Frank Coraci. Int▶ Adam Sandler, Drew Barrymore.

«Cuatro bodas y un funeral». R.U. 1994.

Dir▶ Mike Newell. Int▶ Hugh Grant, James Fleet.

«La Navidad de una adicta a los zapatos».

«Una razón brillante». Bélgica, Francia. 2017. Dir▶ Yvan Attal. Int▶ Daniel Auteuil, Camélia Jordana.

Incluye «El cine bajo la mirada de Magnum» y «Amor al arte».

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Anne Igartiburu y Ana Obregón, en las campanadas de TVE
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Carlos del Amor

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