La Navidad según Compromís
El sainete de las Magas Republicanas, concursos de cartas a los Reyes Magos que marginan a los niños que escriben en castellano o vulgarísimos Christmas de obstetricia pascual conforman las peculiares navidades en Valencia
Ya vienen las Magaaas, con el aguinaldooo... Bueno, en realidad con esta versión del villancico solo viene el aguinaldo –hablamos de 25.000 euros de dinero público– porque este año no habrá cabalgata física de las mundialmente famosas Magas de Enero, conocidas como las Magas Republicanas, ese desfile que Joan Ribó, el alcalde de Valencia, se sacó de la manga en 2016 para promover los «valores republicanos» e intentar convertir en inveterada tradición aquel otro correcalles de 1937 con el que el Gobierno de la II República trataba de borrar del mapa la cabalgata de Reyes. Así, en vez de Melchor, Gaspar y Baltasar en las carrozas, en aquella ocasión aparecían tres paisanas simbolizando la igualdad, la libertad y la fraternidad y dos cabezudos representando a Largo Caballero (por entonces «el Lenin español») y a Stalin, ese príncipe de los derechos humanos que liquidó a decenas de millones de personas.
Este año, la pandemia obliga a eliminar la cabalgata de las Magas de Ribó pero aún así el alcalde, siempre tan magnánimo con el dinero de todos, le ha endosado la subvención a la sociedad que organiza tan formidable evento y que persigue «contribuir con ilusión a soslayar la situación sanitaria y proporcionar una alegría a las niñas y niños con diversas actividades». A las niñas y niños republicanos, imaginamos, si nos atenemos al ideario de Compromís, partido antimonárquico y nacional-catalanista con una complicadísima relación con la lengua castellana. De Compromís es, por ejemplo, el alcalde del municipio valenciano de Puebla de Vallbona, que como debe entender que lo de las Magas Republicanas no cuaja en su pueblo ha organizado un certamen infantil de cartas a los Reyes Magos en la que no pueden participar los chavales que las escriban en castellano. No llega a la exclusión que promueve el nacionalismo vasco en Lejona, donde se advierte a los niños que escriben las cartas en euskera o no hay regalos navideños, pero da pistas fiables de la catadura sectaria delos socios del socialista Puig.
Claro que quizá el presidente de la Generalitat valenciana no debiera quejarse mucho de que los socios de Compromís le metan en problemas pues en casa tiene lo que tiene. Esta navidades se ha hecho por fin famosa la vicealcaldesa de Valencia, Sandra Gómez, del PSOE, por difundir a modo de christmas una imagen del parto de la Virgen María con el lema «hasta Dios nació del coño de una mujer», sustituyendo al tradicional Felices Pascuas de las tarjetas de Ferrandis. Por si no había quedado claro la ordinariez y las ganas de ofender de Gómez, en internet completó el objetivo de su mensaje»▶ «Para que nosotras recordemos cuánto vale nuestro coño».
Con esa finura y fondo reflexivo se expresa la segunda autoridad municipal de Valencia, de tal forma que el sainete de las Magas encaja como un guante, subvención aparte, con el perfil que Ribó ha conferido al tercer ayuntamiento de España y el segundo, según la idea que ronda la cabeza en Compromís, de los por ahora fantasmagóricos Països Catalans. El progreso debe ser esto.
No habrá cabalgata de las Magas, pero Ribó se
ha encargado de darles el aguinaldo (25.000 euros). La ronda la pagan los
valencianos