Defensa de la Carta Magna
sin citas expresas. Aunque el mensaje de ayer del Rey estaba especialmente dirigido a las Fuerzas Armadas y a la Guardia Civil, Don Felipe quiso dejar claro que el llamamiento a respetar la Constitución incluía a «todos», palabra que citó hasta cuatro veces en√ el mismo párrafo▶ «Todos los poderes y todas las instituciones del Estado», «todos estamos incondicionalmente comprometidos con ella» y «deberes a los que todos estamos sujetos».
En otros momentos del discurso sí se dirigió a los militares y guardias civiles. Lo hizo con un «queridos compañeros» y les expresó el «profundo orgullo» que siente de formar parte de la «familia castrense». Además de felicitarles por el «trabajo extraordinario» que están realizando en la lucha contra la pandemia, Don Felipe tuvo un recuerdo para «nuestros compañeros fallecidos o heridos en acto de servicio». «Siempre estaremos en deuda con ellos», afirmó antes de elogiar su «total entrega a la vocación de servir hasta sacrificar la propia vida si fuera necesario».
Entre los grandes acontecimientos militares del año pasado, el Jefe del Estado destacó el centenario de la Legión, una fuerza militar capaz de «hacerse querer y respetar, honrando su
«La Constitución es el camino libre y democráticamente decidido por el pueblo español»
espíritu y sus valores en todo momento y lugar». También recordó el V centenario de la primera vuelta al mundo por Magallanes y Elcano, el 250 aniversario del Cuerpo de Ingenieros de la Armada y el centenario de la creación de las cuatro bases aéreas de Getafe, Zaragoza, Tablada y León. Además, calificó de «hito extraordinario y muy esperado» la botadura del primer submarino de la clase S-80, prevista para 2021 y que llevará el nombre de Isaac Peral. «Todo un logro tecnológico e industrial al alcance de pocas marinas en el mundo», manifestó.
Como es tradicional, Don Felipe terminó sus palabras con una invitación a los presentes▶ «Os pido ahora que, con gran esperanza en nuestro futuro, en el futuro de todos en nuestra querida Patria, gritéis conmigo ¡Viva España!», y ese «viva» fue respondido con otro «¡Viva el Rey!».
Antes de los discursos, la ceremonia empezó en el Patio de la Armería, donde los Reyes fueron recibidos por el presidente del Gobierno, los ministros, el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Miguel Ángel Villarroya, y el jefe del Cuarto Militar, Emilio Gracia Cirujeda, que se estrenaba como tal en la Pascua Militar. Tras recibir honores (Himno Nacional y 21 salvas), Don Felipe pasó revista a una formación de la Guardia Real, saludó a la bandera y pasó, acompañado por la Reina y las autoridades, al interior del Palacio Real. Una vez en el Salón del Trono, Don Felipe y Doña Letizia recibieron el saludo –sin contacto físico– de las comisiones militares, y el Rey impuso las condecoraciones. Doña Letizia eligió un severo conjunto de falda larga de color negro y blusa blanca con botones negros.
«Es el origen de la legitimidad de todos los poderes y de todas las instituciones del Estado; una legitimidad que se renueva cada día respetándola y observándola»
«Habéis reaccionado con iniciativa, inmediatez y eficacia, realizando cometidos difíciles y variados por toda España»