«Mesas de Navidad» en plena calle para honrar a etarras
Juventudes del nacionalismo radical piden la vuelta a «casa» de los presos
Siete sillas vacías junto a una mesa colocada en plena calle en Galdácano, Vizcaya. Una por cada etarra encarcelado del municipio. Entre todas ellas destaca la reservada al exjefe de ETA Francisco Javier García Gaztelu «Txapote», verdugo, entre otros, del exconcejal del PP de Ermua Miguel Ángel Blanco. Es el particular homenaje que cada año brinda por estas fechas el nacionalismo radical a los presos terroristas, para quienes reclama la vuelta a «casa».
Esta esperpéntica escena ha tenido su réplica en otras localidades vascas como Bilbao o Baracaldo… y también en Navarra. En Pamplona, concretamente en el barrio de Rochapea, juventudes de los soberanistas difundieron el pasado domingo las imágenes del «banquete» que representaron en honor a otros cuatro presos de la banda. Terroristas a los que se refieren como reclusos «políticos» y para los que, dicen, seguirán «trabajando» con el objetivo de que sean acercados a cárceles del territorio. «Porque los presos, refugiados y deportados vascos son necesarios en aras de la resolución y la convivencia», apuntaron los batasunos en carteles junto a estas «mesas de Navidad».
Ley de Víctimas
En Bilbao se honró a los presos en el mismo corazón del Casco Viejo. Junto a la mesa había fotografías de etarras sanguinarios como Jon Igor Solana o Harriet Iragi Gurrutxaga. «Es una ocupación de vía pública que puede o debería denegar el Ayuntamiento en base a la Ley vasca de Víctimas», asevera el edil del PP Carlos García.
Algunos de estos homenajes a etarras fueron recogidos en el informe de radicalización presentado recientemente por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), que ya denunció en años pasados «cenas de Navidad» como las de Galdácano. La asociación que preside Consuelo Ordóñez lamentó la permisividad de las distintas administraciones ante este tipo de manifestaciones, que considera una «afrenta» hacia quienes padecieron la violencia etarra.
En algunas ocasiones, la Policía ha retirado de esos lugares las fotografías