Régimen no es legítima
La Unión Europea «mantiene su compromiso» con Juan Guaidó como «representante de la última expresión libre de los venezolanos en un proceso electoral» mientras que reitera su rechazo a reconocer la legitimidad del proceso «no democrático» de la asamblea que ha organizado la dictadura y que para la UE «no ha sido creíble, inclusivo ni transparente». La declaración del Alto Representante para la Política Exterior, Josep Borrell se publicó ayer por la mañana, mientras según los portavoces del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), continuaban las negociaciones entre los gobiernos de los países miembros sobre eventuales decisiones ulteriores, tal como da a entender el comunicado que menciona la posibilidad de «medidas específicas adicionales».
El texto de la declaración es lo bastante sibilino como para no comprometer la posición diplomática de los países miembros, algunos de los cuales no han reconocido aún a Guaidó como presidente encargado. Además, y en esto están todos de acuerdo, esperan poder conocer la política que seguirá la nueva administración norteamericana. Por ello, los 27 acordaron esta formulación en la que lo único que está meridianamente claro es que las elecciones organizadas por la dictadura y el parlamento que se desprende de ellas carecen de legitimidad institucional a efectos.
En cuanto a si la UE mantiene o no el reconocimiento de Juan Guaidó, la formulación provocó cierta confusión hasta el punto que la eurodiputada checa Dita Charazova, muy activa en temas de Iberboamérica, lamentó «la falta de claridad» del comunicado de Borrell sobre este asunto. Fuentes del SEAE insistieron en que la declaración «se refiere únicamente a las elecciones y al no reconocimiento de la Asamblea» proclamada por el régimen, pero «no se menciona en ningún momento que la UE haya cambiado su posición sobre Guaidó».
Este es el texto íntegro de la declaración de Borrell▶ «Las elecciones venezolanas del 6 de diciembre de 2020 para la Asamblea Nacional se llevaron a cabo lamentablemente sin un acuerdo nacional sobre las condiciones electorales. La Unión Europea considera que aquellas elecciones no cumplieron con los estándares internacionales