Activista cultural y colaborador de Tarradellas
Su nombre aparece en todas las ecuaciones de la Cataluña antifranquista▶ primero desde Unió Democràtica y luego desde Esquerra
La larga marcha de Tarradellas como preservador de las instituciones catalanas están asociados al activismo de Josep Fornas Martínez. Su nombre aparece en todas las ecuaciones de la Cataluña antifranquista▶ primero desde Unió Democràtica y luego desde Esquerra.
Desde que en 1961 toma contacto en París con Tarradellas hasta la restauración de la Generalitat, Fornas es, con Bricall, Ortínez o Rahola el interlocutor del presidente exiliado con las formaciones políticas del interior. A través de Fornas, Tarradellas toma contacto con Jordi Pujol a quien «retrata» así en 1970 tras un encuentro en Francia▶ «Fervoroso patriota, buena persona, inteligente, bien informado del pasado etc… pero muy influido por la gente que lo rodea y no se percata que le adulan y engañan. Cree, por ejemplo, posible que se sea comunista y a la vez nacionalista catalán».
Al activismo político, Fornas aúna el cultural. Colaborador de editoriales como Daimon, Difusora o la distribuidora L’Arc de Berà, en 1963 funda Pòrtic, un sello que otorga protagonismo a los catalanes del exilio. En su catálogo encontramos valiosos textos biográficos y las memorias de los periodistas Claudi Ametlla, Braulio Solsona, Jaume Passarell, Eugeni Xammar, la escritora Aurora Bertrana, el político August Pi i Sunyer, o los recuerdos del siempre provocador Francesc Pujol, agavillados por Artur Bladé i Desumvila. Otra de sus iniciativas es la recolección, entre 1950 y 1970, de carteles de la Guerra Civil.
Pòrtic, señala el historiador de la edición Manuel Llanas, nació como una «obra personal» de Fornas para dar la voz a personajes «situados extramuros de la dictadura» y, en muchos casos, olvidados por las entidades y formaciones políticas catalanistas. Como explica Mireia Sopena, Pòrtic constituyó «un punto de encuentro que ofrecía a los exiliados una vía de reintegración al país», al mismo tiempo que daba a conocer las jóvenes generaciones de la literatura catalana.
En 1975 Fornas deja la dirección de Pòrtic a su hija Nuria para reorganizar con Heribert Barrera Esquerra Republicana.
Candidato al Congreso en las elecciones de 1977, no consigue escaño, pero en las de 1980 accede al Parlamento de Cataluña como diputado de Esquerra, aunque Tarradellas, siempre alérgico a la partitocracia, hubiera preferido mantenerle a su lado. El president nunca se planteó la independencia de Cataluña▶ «Decía que lo catalanes no tenemos experiencia de estadistas… Nunca le oí hablar de utopías», recordará.
Tras la fallida colaboración de Esquerra en el primer gobierno Pujol, Fornas abandonó la política.