«Convence con ideas claras y sencillas»
Marcelino devuelve al Athletic a la cima con su receta ya conocida para revivir equipos Un control absoluto hasta con los pendientes de Iñaki Williams
Una de las primeras cosas que Marcelino García Toral les dijo a sus jugadores al aterrizar en el banquillo del Athletic es que estaban a solo tres partidos de lograr dos títulos (esta Supercopa y la final de Copa aún pendiente de la temporada pasada). Algo muy obvio que, sin embargo, los bilbaínos parecían tener olvidado. Solo doce días después lograron el primero de esos dos trofeos firmando la hazaña de derrotar de forma consecutiva a Real Madrid y Barcelona.
Nadie duda del chispazo mental que ha supuesto en San Mamés la llegada del técnico asturiano, capaz en menos de dos semanas de devolver la ilusión y el hambre a un club que estrenaba el año completamente aletargado. No es extraño porque así, en ese arriesgado perfil, se ha movido siempre su carrera como entrenador. Lo hizo en el Recreativo, en el primero de sus tres ascensos, llevándole después a la mejor clasificación de su historia. También en el Racing, club que conoció Europa por primera vez con él al mando. El Zaragoza le cubrió de oro para recuperar la máxima categoría, segundo ascenso, y ni siquiera sus polémicas salidas de Villarreal y Valencia pueden negar los éxitos conseguidos▶ un tercer ascenso con los amarillos y la posterior clasificación para la Liga de Campeones y la Copa del Rey de 2019 con el conjunto valenciano, al que también dejó en puestos Champions en sus dos temporadas al frente. En toda su trayectoria solo hay un fracaso evidente. Su paso por el Sevilla se frenó en seco en apenas seis meses tras un desempeño mediocre.
Marcelino, entrenador vocacional, tiene una convicción absoluta en sus ideas y las defiende con pasión ante sus jugadores, a los que pide el mismo compromiso. «Es muy exigente con los jugadores, les exprime y les saca muchísimo rendimiento», analiza para ABC Eloy Olaya, exjugador de la selección española y el director deportivo que apostó por dar la primera oportunidad a Marcelino en un banquillo profesional, en su Sporting. De él destaca su conocimiento táctico y la forma de estudiar a los rivales y a su propio equipo▶ «Intenta controlarlo todo, desde el más mínimo detalle del entrenamiento a la forma que tienen los jugadores de cuidarse». Para
Marcelino no ha tardado un instante en imponer su ley en Lezama. A su llegada a un entrenamiento vio que Iñaki Williams saltó al césped con pendientes. No le gustó, y fiel a su estilo, decidió no callarse. Pidió al delantero que se los quitase y los guardase hasta que terminara la práctica.
Williams aceptó de buen grado, e incluso le pidió al míster que se los cuidase. No pasa de ser una anécdota, pero revela lo encima que está el asturiano sobre su plantilla. «Le gusta controlar hasta el color de los petos en el entrenamiento», dicen los que le conocen. Marcelino, por cierto, tiene mucha fe en convertir a Williams en el jugador más determinante de su Athletic.