MATRIARCAS DE PROGRESO
La sección feminista del PSOE deja en evidencia a la ministra de Igualdad con la presentación en el Congreso
de una proposición que invade sus competencias
Desde que Pablo Iglesias –en defensa de la madre de sus hijos, protector y heteropatriarcal– le soltó al ministro de Justicia aquello de «machista frustrado» quedó de manifiesto que las dos sensibilidades políticas que cada martes se reúnen en Moncloa ni siquiera coinciden en la defensa de los colectivos, hormonalmente incontables, a los que la izquierda arrimó su sardina para seguir explotando su condición de progresista y echada para adelante. Lo que la pandemia interrumpió el pasado marzo a la altura de la manifestación del 8-M, una guerra en el barro del feminismo, resurge como una tercera ola entre dos facciones que se arrogan la representación en exclusiva de un igualitarismo de carácter no solo doctrinario, sino posesivo y territorial. Aprovechando que Irene Montero dedica su tiempo y su agenda a reunirse con la Asociación de Clásicas y Modernas, con las que reflexiona sobre la etimología de su «jo, tía», el PSOE de Adriana Lastra ha colado en el Congreso, por la gloria de Pedro Zerolo, una proposición de ley de Igualdad de Trato cuyo objetivo último es
ignorar y dejar atrás, en el cruce de Galapagar, a la titular de Igualdad y a su alegre Sección Femenina. A ver qué dice el padre de
sus hijos, siempre protector y heteropatriarcal.