El TSJC se inclina por «el interés público» de mantener el 14-F
Los jueces destacan la «precariedad institucional» de no tener «president»
Illa, por su parte, no se somete a este trámite desde el pasado 26 de noviembre, ya que el 10 de diciembre compareció ante la Cámara Baja pero para hablar de la vacunación. Los grupos que dieron su «sí» al actual marco, desde Ciudadanos a ERC, lo hicieron entendiendo que el Gobierno rendiría cuentas mensualmente.
Sin voz en la tercera ola
Paralelamente, el Congreso carecerá de capacidad propositiva efectiva y de control sobre la gestión sanitaria durante todo enero. El PP intentó impulsar que la comisión de Sanidad se reuniera este mes ante la excepcionalidad de la situación epidemiológica, pero esta decisión pasaba por los partidos de la izquierda, pero no lo creyeron necesario. Argumentaron que la comparecencia de Illa –aun cuando ni siquiera estaba solicitada ni tenía fecha– era suficiente. La última vez que la Cámara Baja debatió sobre el Covid19 fue el pasado 28 de diciembre en el marco de la ley de nueva normalidad. Una reunión en la que no se habló sobre la tercera ola sino que sirvió para que PSOE y Podemos comunicaran que el nuevo texto replicará el decreto ya vigente desde junio. Pese a todo lo anterior, Illa mantiene que trabaja al 101 por ciento contra el virus.
Sobre el papel, y a efectos inmediatos, el auto que ayer dictó el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) no es más que una mera resolución que alargará una medida cautelar hasta que, unos días antes del 14 de febrero, decida definitivamente si las elecciones autonómicas deben celebrarse en esa fecha. Sin embargo, su desarrollo argumental va mucho más allá, advirtiendo de la importancia de mantener la fecha de los comicios para «preservar la normalidad democrática», y más ante la «precariedad institucional» que implica, por otra parte, tener un Govern en funciones en plena pandemia. Además, la sala de lo Contencioso del TSJC no ve «obstáculos insalvables» para no ir a las urnas el 14-F, dejando, eso sí, la puerta abierta a otras opciones si hay «cambios sustanciales» en cuanto al estado de alarma o la evolución del Covid.
El TSJC recuerda que no obliga a votar «irreversiblemente» el 14-F y que tampoco fue el tribunal quien decidió esa fecha. Lo que hace, simplemente, es «mantener» provisionamente unos comicios que el propio Govern convocó a través de un decreto el pasado 21 de diciembre. El TSJC se limita a dejar sin efecto, por ahora, otro decreto posterior con
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, el pasado mes de diciembre en el Congreso de los Diputados
Más allá de la idoneidad de mantener, por esta razón, la fecha electoral, el TSJC no ahorra tinta para insistir en el «interés público muy intenso» de celebrar ya las elecciones. De no ir a las urnas el 14-F se abriría «un periodo prolongado de provisionalidad», que, según el tribunal, «afecta al normal funcionamiento de las instituciones democráticas». Una situación agravada en el caso de Cataluña por estar «vacante» un «pilar» como es la Presidencia de la Generalitat. Este hecho implica una «precariedad institucional que afecta asimismo a la legitimación del gobierno» autonómico. En definitiva, el tribunal considera que esta situación no se debería alargar. «Cuanto más se prolonga, mayor perjuicio para el normal funcionamiento de las instituciones».
El TSJC no solo ofrece en esta resolución un exhaustivo despliegue teórico de argumentos y principios democráticos, sino que se moja en cuestiones epidemiológicas y sanitarias, y responde a la Generalitat que tampoco se podría asegurar que el 30 de mayo la situación pandémica vaya a ser más propicia. Proteger la salud –insiste el auto– tiene un «interés prioritario» pero «no se puede paralizar toda la actividad ciudadana». Las medidas sanitarias vigentes a día de hoy, además, no limitan los desplazamientos para actividades no esenciales. Cierto que el tribunal reconoce que el 14-F habrá un porcentaje de electores afectados por la pandemia, pero la solución no pasaría por aplazar la cita con las urnas, si no buscar fórmulas para votar con garantías sanitarias.
El mismo Govern que quiere suspender el 14-F por la situación epidemiológica propuso, a través de su consejero de Empresa, Ramon Tramosa, flexibilizar en febrero, si la situación lo permite, las restricciones vigentes para ir un día a esquiar.