El año del cuadro y del decreto en Cultura
Al cumplirse el primer aniversario de Rodríguez Uribes al frente del Ministerio de Cultura, la impresión más extendida en el sector es la de pasividad e ineficacia. No ha producido leyes, ni recibe a muchos sectores
El otro gran hito fue el decreto de ayudas a la cultura. El parto necesitó fórceps después de que Uribes tuviera una intervención desafortunada en marzo, en la que desilusionó a todos al afirmar que no era momento de pensar en la cultura. Cierto era que la sanidad era prioritaria, pero ningún otro ministro compareció para anunciar en público que lo suyo se podía orillar. Con todos los sectores amenazados por la ruina, más bien trataban de reivindicar cada uno su importancia. Uribes aprendió la lección y logró parir el decreto, dos meses después, en mayo. Manifestaciones para exigir mayor ambición lograron pocas mejoras.
Desde entonces acude a todas las citas para promover el mantra de «cultura segura» y se ha convertido en parte del decorado de estrenos, conciertos y citas. Pero el sector dice que es un ministro ausente. Irá de hito en hito pero su departamento no ha producido ningún otro texto legal, aunque se supone que trabajan hace ya un año en leyes importantes para el futuro, de Patrimonio, Mecenazgo... Borradores tengas, y los acabes. Preguntado ayer en una entrevista por su esforzada gestión con la tauromaquia, afirmó que su deber «es hablar con todo el mundo». Pero no es cierto, hay quien lleva seis meses pidiendo cita sin suerte. Plácido Domingo no renuncia a hablar con él después de un año de veto al cantante. ¿De verdad no ha tenido tiempo, ni un minuto?
¿Le gusta la gestión de la cultura? Ese es el gran dilema, al que responde un hecho evidente▶ tiene el 80% del Ministerio delegado en un secretario general. Ya van dos decretos de reorganización publicados en el BOE. La cosa no progresa adecuada0mente.