Presidente de Castilla y León
«El liderazgo de Pablo Casado está consolidado, sólo le hace falta tiempo, y tendrá el apoyo de todos los barones autonómicos del partido»
La tercera ola de la pandemia se está ensañando con Castilla y León. Su presidente regional está dedicado con exclusividad a la guerra contra el virus, con medidas que le han enfrentado al criterio del Gobierno. Los tribunales dictarán quién tiene la razón. A pesar de los malos tiempos, la gestión de Mañueco está mereciendo el aprobado de los electores, que vuelven a situar al PP en primera posición en su región.
—¿El toque de queda a las 20 horas está siendo efectivo?
—La incidencia está creciendo con una pendiente menor, lo que puede indicarnos que se está produciendo una pequeña ralentización en la velocidad de contagios. Hay que esperar unos días.
—Hay dudas sobre su legalidad.
—Nosotros no tenemos dudas. Entiendo que encaja perfectamente en el decreto del estado de alarma. Esto no es un acto de rebeldía ni de desobediencia, nuestra batalla exclusivamente es para salvar vidas. Esperaremos la decisión del Supremo y la acataremos.
—¿El Gobierno debe modificar el decreto del estado de alarma?
—Desconozco por qué no lo hace. Las comunidades estamos pidiendo cada vez más que nos den instrumentos para tener la posibilidad de aplicar confinamientos selectivos o totales, y el Gobierno no se ha movido.
—¿El modelo de cogobernanza está funcionando?
—Cuando tomamos decisiones unidos, Gobierno y comunidades, la gente lo entiende con claridad. Si vamos unidos todo es positivo. Por eso pedimos al Gobierno que dé un paso más y haga lo que le corresponde, que asuma el liderazgo y la coordinación y tome siempre la iniciativa. Puede hacer mucho más de lo que está haciendo.
—¿Es partidario de un confinamiento general, como el de la primera ola?
—Ahora hablamos más de un confinamiento más corto y selectivo pero habrá que ir adaptándose según la pandemia. A todos nos ha sorprendido el aumento vertiginoso de contagios.
—Ayuso se opone a adelantar el toque de queda a las 20 horas para no hundir la economía. ¿Se está hundiendo en Castilla y León?
—Cada comunidad es un mundo distinto. Las peculiaridades de Madrid son distintas a las de Castilla y León. Podíamos seguir cerrando la actividad económica o ampliar el toque de queda y optamos por esto. El Gobierno de España tiene que dar un paso al frente para ayudar desde el punto de vista económico a los sectores más afectados, como la hostelería y el comercio, porque poco o nada ha hecho al respecto hasta ahora.
—¿El PP tiene una sola estrategia?
—Yo hablo todas las semanas con el presidente nacional al menos una vez. Hay una línea fundamental y luego cada uno nos adaptamos a las peculiaridades. La línea general es buscar el equilibrio entre salud y la vida y hacer el menor daño posible a la economía. Además, apostamos por el Estado autonómico y vemos imprescindible el liderazgo y la coordinación del Gobierno de España.
—¿Se ha sentido respaldado por el PP nacional en sus decisiones?
—Siempre me he sentido respaldado por la dirección nacional. En algún momento puntual puede haber distintas sensibilidades, pero la línea está clara.
—¿Es partidario de que todos los que se vacunen fuera del protocolo dimitan o sean apartados de sus cargos?
—Hay que cumplir los protocolos y quien lo transgrede tiene que tomar una decisión de responsabilidad política.
—¿Cuándo se vacunará usted?
—Los expertos deciden cuándo nos corresponde. Me vacunaré el último.
—¿Es compatible ser ministro de Sanidad y candidato electoral?
—Debió centrarse en uno de los dos objetivos.
—¿Llega tarde la renuncia de Salvador Illa como ministro?
—En plena tercera ola, Sánchez sigue