El presidente se apresura a colocar a altos cargos afines
Muchos de los equipos de Biden vienen de la Administración Obama
trumental para los objetivos de cambio climático que persiguen Biden y sus aliados.
Joe Biden tendrá que hacer equilibrios para trabajar con Pekín en esos aspectos a la que vez que mantiene firmeza en comercio –ha dicho que de momento no piensa retirar los aranceles–, tecnología, aspiraciones territoriales en el mar del Sur y derechos humanos.
Frente al optimismo inicial, la prensa oficial china ve ahora la relación con EE.UU. con mayor preocupación. «Global Times» considera la concepción sobre el país de Biden como «virtualmente idéntica» a la de Trump y advierte a los ciudadanos chinos de que se tendrán que preparar para «los desafíos de un largo invierno» en las relaciones entre ambas potencias.
Joe Biden busca tomar el mando del Gobierno de EE.UU. a la mayor velocidad. Por un lado, con la firma diaria de órdenes ejecutivas para cambiar el rumbo frente a la presidencia de Donald Trump▶ cada día lo dedica a un ámbito, ayer fue la sanidad y la expansión de la reforma sanitaria conocida como Obamacare. Por otro, quizá con menos repercusión mediática, con un relevo apresurado de cargos altos y medios en la Administración.
Casi la totalidad de su Gabinete recibió el nombramiento en las semanas que transcurrieron entre la confirmación de su victoria en las urnas –el 7 de noviembre– y la jura de su cargo el pasado miércoles. Pero nada más poner el pie en la Casa Blanca, Biden también se ha dado prisa en ocupar las agencias federales con afines y tratar de limpiarlas de leales a Trump.
Al contrario que con Trump cuando tomó posesión en enero de 2017, o con Barack Obama ocho años antes, buena parte de los equipos estaban ya listos para aterrizar en sus cargos.
El ejemplo gráfico de ello fue una ceremonia de jura de cargos que Biden celebró por videoconferencia la semana pasada▶ varias pantallas gigantes, con las caritas de casi mil nuevas autoridades, cerca de un cuarto del total de cargos de confianza en el Gobierno federal de EE.UU.
Según «The New York Times», una veintena de cargos estaban listos para empezar a trabajar en el Pentágono días antes de que el Senado confirmara a Lloyd Austin como nuevo secretario de Defensa. En el Consejo de Seguridad Nacional, ya hay nombramientos para líderes para tratar los asuntos sobre Asia y otras regiones, puestos que en otras ocasiones han tardado meses en cubrirse.
Una de las ventajas para Biden es que muchos de sus equipos vienen de la Administración Obama, altos cargos con experiencia, que conocen las agencias y que ha desarrollado equipos durante las semanas de transición. Y, al contrario que con la llegada de Trump, no se busca reducir el tamaño de las agencias federales con recortes de cargos y personal –una idea que no sobrevivió durante la presidencia del multimillonario neoyorquino–, sino sustituir a los equipos anteriores con la máxima celeridad.
Del optimismo
a la crítica Pekín saludó el nuevo gobierno de EE.UU., pero ahora lo ve «idéntico»
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