Portugal negocia derivar a sus enfermos con Covid a Alemania
El Parlamento luso limita los movimientos a través de los pasos limítrofes con España, pero no los prohíbe
El Gobierno socialista portugués ni lo confirma ni lo desmiente, pero un equipo de militares alemanes se encuentra desde ayer en Lisboa para evaluar el grado de colapso del sistema hospitalario como consecuencia de la terrible escalada de contagios por coronavirus. Los primeros contactos del Ministerio de Sanidad, que dirige la polémica Marta Temido, apuntaron el dedo a España, pero la Junta de Extremadura se negó a un posible traslado de enfermos procedentes de Portugal al admitir que Badajoz se encuentra desde hacer varios días en una situación límite desde el punto de vista hospitalario.
Numerosos ciudadanos lusos estaban ayer indignados ante el hecho de que la Administración haya preferido echar balones fuera y no contar las cosas como son▶ que el ya de por sí maltrecho Sistema Nacional de Salud apenas tiene ya capacidad para absorber semejantes avalanchas de pacientes con las variantes británica y brasileña del virus.
Demasiado tarde
La delegación germana llegó a la capital del fado con la intención de valorar la petición de auxilio lanzada por el Gobierno de Antonio Costa, quien se ha quedado casi sin excusas ante la opinión pública para justificar el desastre de gestión sanitaria de un país que, aparentemente, pasó la primera ola con un buen comportamiento pero que se ha derrumbado a golpe de decisiones políticas erráticas y a destiempo.
Portugal prohibió el miércoles los vuelos con Brasil. Una media tardía porque el flujo entre los dos países ha sido constante a lo largo de estas últimas semanas, con lo cual esa nueva cepa se ha podido expandir a sus anchas por tierras lusas. La tupida red de control gubernamental de los medios de comunicación portugueses evitó que saliese a la luz la verdad, pero primero la agencia de noticias Reuters y luego el prestigioso semanario alemán «Der Spiegel» destaparon no solo los contactos entre Lisboa y Berlín sino los dos puntos principales de la negociación▶ trasladar enfermos a hospitales germanos y acoger a médicos del gigante europeo.
Situación «dramática»
El Gobierno socialista quiere acoger a médicos del país germano pero declina la ayuda de la sanidad privada
El mutismo oficial exaspera a quienes peor lo están pasando y el reelegido presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, intentó ayer apaciguar la situación▶ «Los datos que tengo no justifican que se desate la alarma social en cuanto a la necesidad de recurrir a la ayuda internacional». El primer hospital visitado por los militares alemanes fue el de Amadora, una localidad de la periferia ubicada a 12 km de Lisboa. El centro de salud saltó recientemente al primer plano porque se quedó sin reservas de oxígeno, dibujando un escenario de guerra que obligó a evacuar a 53 pacientes de sus instalaciones. Pero, sobre todo, la delegación alemana fue llamada después de que Antonio Costa declinase el ofrecimiento de los hospitales privados, dispuestos a albergar a personas infectadas. La respuesta que recibieron fue que el Gobierno socialista deseaba abordar la crisis epidemiológica exclusivamente desde el sector público.
Ante la preocupante situación, el Parlamento portugués aprobó ayer «la limitación de los desplazamientos hacia el exterior de los ciudadanos portugueses». Quedan restringidos, por tanto, los movimientos a través de los pasos limítrofes con España, que pasan a requerir una justificación, aunque no se prohíben totalmente.
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