Los presos agitan la campaña electoral del 14-F: «Nos tienen miedo»
activos todos los días que estemos en libertad y también dentro de la prisión», afirmó Turull.
Rull, por su parte, criticó la «voluntad de venganza del Supremo» y advirtió que lo que no cambiará, en su opinión, es su «determinación». Sànchez arremetió también contra la Fiscalía y el Supremo, y prometió que seguirán luchando por la amnistía. Cuixart participó, ya al mediodía, en un acto de Òmnium en Barcelona.
«No seremos nunca moneda de cambio de ningún tribunal ni de ningún gobierno. Estamos hartos de estos tribunales», afirmó junto a otros «represaliados» por el «procés». «Los mismos poderes que nos encarcelan para votar el 1-O, ahora nos imponen la fecha del 14-F para adulterar la voluntad democrática del pueblo de Cataluña. Atentan contra la salud pública con una operación de estado», añadió Cuixart.
Junqueras, a su vez, se estrenó en formato mitin en un teatro de Badalona donde participó en un acto pensado para levantar las espectativas de los republicanos, que iniciaron la carrera del 14-F como favoritos, pero que empiezan a sentir de cerca el crecimiento de Junts y el denominado «efecto Illa» que impulsa al PSC.
El líder de ERC descargó, junto a Gabriel Rufián y Pere Aragonès, una notable batería de reproches contra los socialistas y los dirigentes de Junts. «Si no gana ERC ganarán los de siempre», alertó. Antes que él, Aragonès dijo que Illa es el candidato «de Vox, del Ibex, de la Fiscalía y del TSJC»;
mientras que el diputado en el Congreso Rufián dijo que el PSC había desaparecido y ahora era el «partido sanchista de Cataluña».
A la espera de la Fiscalía
Y todo apunta a que esta visibilidad de los presos será una constante durante toda la campaña. La respuesta judicial no podrá ser tan rápida. La Fiscalía estaba ayer a la espera de recibir formalmente de la Generalitat, como estipula la ley, las notificaciones de los terceros grados concedidos. Luego, el Ministerio Público da por seguro
Oriol Junqueras y Raül Romeva, con Pere Aragonès (en el centro), en el mitin de ERC que recurrirá la «semilibertad» concedida a todos los presos, con la esperanza de que los juzgados de vigilancia penitenciaria ordenen la suspensión provisional de los terceros grados y devuelva a los presos a la prisión hasta el dictamen definitivo del Supremo.
Eso fue lo que ocurrió en el primer intento de la Generalitat de concederles la «semilibertad», el pasado mes de julio. Los jueces de vigilancia penitenciaria suspendieron entonces provisionalmente los terceros grados de los presos, menos en los casos de Forcadell y de Bassa. Junqueras, Rull, Turull,
Recurso judicial
La Fiscalía recurrirá los terceros grados pero no se prevé que llegue a tiempo para antes del 14-F
Romeva, Forn y los «Jordis» regresaron a prisión dos semanas después de haber salido en «semilibertad». Forcadell y Bassa continuaron disfrutándola hasta el pronunciamiento definitivo del Supremo –como tribunal sentenciador– el pasado mes de diciembre. En definitiva, si se calcaran los tempos de lo acontecido en julio, la campaña electoral del 14-F ya habría finalizado y, por lo tanto, los presos del «procés» habrían participado en ella.
ERC ganaría
Todo esto, el mismo día que el Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat de Cataluña (CEO) hizo público un sondeo electoral en el que el resultado mantiene abierta la carrera por la presidencia autonómica. ERC mantendría el primer lugar, con 35-34 escaños, y podría escoger socios de gobierno, con Junts y la CUP o con el PSC y los comunes.
La encuesta, realizada a 1.100 personas entre el 13 y el 21 de enero, presentada el primer día de campaña situaría, tras ERC (que ganaría 3-2 asientos respecto a la cita electoral de 2017), a Junts, con 34-32 escaños (quedándose igual que en 2017 o perdiendo dos escaños), y al PSC, con 29-26 representantes (ahora tiene 17).
Tras los tres primeros partidos, a mucha distancia se situarían el resto de formaciones políticas. Cs, que de los 36 actuales pasaría a 13-12, el PP, que podría superar a la CUP (ahora 4) y los comunes (con 8), pasando de los 4 actuales a los 9 escaños, y los comunes y la CUP que empatarían a 8 (aunque los comunes podrían bajar a 6).
Finalmente, Vox, que entraría en el Parlamento de Cataluña con 6-5 escaños, aunque eso sí, retrocediendo en estimación de escaños respecto a las anteriores encuestas del CEO, que llegó a otorgarle 8 escaños. El PDECat, que en la última encuesta aparecía con 1 escaño en el mejor escenario para esta formación, esta vez no obtendría representante. El CEO estima una participación el 14-F del 62 por ciento.
Así, ERC, Junts y la CUP sumarían entre 77 y 74 escaños en una Cámara donde la mayoría está en 68 asientos. ERC también podría optar por un tripartito de izquierdas, con el PSC (que republicanos y socialistas niegan) y los comunes▶ entre 72 y 66 escaños.