Cientos de bidones con material infeccioso se acumulan en Valencia
El Hospital Clínico no da abasto para retirar los residuos que se generan en el centro
El Hospital Clínico de Valencia acumula centenares de contenedores con residuos infecciosos en una zona del exterior del centro visible desde la calle. Allí se amontonan un número considerable de bidones de color negro en los que, según la normativa sanitaria, se recogen materiales contaminados y considerados de riesgo, como las mascarillas o los guantes de los sanitarios que atienden a pacientes con coronavirus.
El decreto de la Generalitat que regula estos desechos establece que «se podrán almacenar dentro del centro que los ha generado, bajo un estricto control, un máximo de 72 horas, prolongables a una semana si el almacén de residuos dispone de un sistema de refrigeración». Un tiempo que en este caso ya se ha superado, puesto que se encuentran al aire libre, tal y como avanzó ayer ABC en su edición digital.
Una compañía especializada los traslada a una planta en la que deben ser incinerados. Por su parte, el material empleado en las curas a enfermos no infecciosos se deposita en contenedores verdes –que también copan los alrededores del hospital– tras recibir el tratamiento adecuado y se actúa con ellos al igual que con los residuos urbanos.
Una valla metálica separa la zona en la que los contenedores aguardan a ser trasladados de las obras que se están llevando a cabo para ampliar el hospital. Lo hacen custodiados por personal del centro. Un punto muy transitado, puesto que justo enfrente se ubica el polideportivo del campus de Blasco Ibáñez de la Universidad de Valencia. El propio hospital, de hecho, está rodeado de facultades por las que pasan cada día miles de estudiantes.
«No existe ningún peligro»
Fuentes del Clínico explicaron ayer a este periódico que se trata de un contratiempo fruto del aumento de las hospitalizaciones. La tercera ola de la pandemia, que ha golpeado de lleno a la Comunidad Valenciana, ha hecho que se generen «una gran cantidad» de desechos y la empresa encargada de retirarlos no es capaz de evacuarlos al mismo ritmo que se producen, por lo que se acumulan «en contenedores estancos y homologados para ello».
Insistieron, además, en que «no existe ningún peligro ni para los trabajadores ni para los pacientes, ya que se trata de cubos cerrados herméticamente y no es posible que se abran». En cualquier caso, «a lo largo de la semana» se prevé que se puedan eliminar todos los contenedores ubicados en esa zona. No es la primera vez que este hospital que atiende a la capital y a otras poblaciones de la provincia de Valencia se enfrenta a una situación similar. Hace apenas dos meses, el sindicato CGT denunciaba el problema de salud pública que suponía la acumulación de residuos contaminantes de Covid-19 en el sótano del centro, exactamente, por el mismo motivo. En esa ocasión, además de los contenedores, se amontaban en el suelo bolsas llenas de ropa sucia de los enfermos ingresados, ya que la firma que tenía que gestionar su retirada no suministraba los carros suficientes para poder proceder a esta tarea. Aunque esa incidencia fue subsanada, los sindicatos lamentan que el hospital vuelva a verse envuelto en la polémica.