Joe Biden ignora a Pedro Sánchez en sus contactos con líderes extranjeros
El secretario de Estado de EE.UU. tampoco ha hablado con la ministra de Exteriores
El teléfono no suena en La Moncloa. Mañana se cumplen tres meses desde que Joe Biden fuera considerado ganador de las elecciones presidenciales de EE.UU. y todavía no se ha producido la habitual llamada telefónica entre el nuevo presidente y el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez. En ese periodo, Biden ha hablado con decenas de líderes extranjeros. En algunos casos, en dos ocasiones.
La cita con las urnas fue el 3 de noviembre,
Justin Trudeau, Emmanuel Macron, Angela Merkel, Micheál Martin,
Boris Johnson,
Scott Morrison, Yoshihide Suga,
Moon Jae-in,
Papa Francisco, Giuseppe Conte, Sebastián Piñera, Narendra Modi, Benjamin Netanyahu,
Canadá, 22 de enero
México, 23 de enero Reino Unido, 23 de enero
Francia, 24 de enero Alemania, 25 de enero 26 de enero
26 de enero
26 de enero
26 de enero 27 de enero
27 de enero
27 de enero 27 de enero 27 de enero 27 de enero pero los resultados no confirmaron como vencedor al candidato demócrata hasta el 7 de noviembre. Ese día, Sánchez felicitó al ganador y a su candidata a la vicepresidencia, Kamala Harris, en un escueto mensaje en Twitter. «Os deseamos suerte. Estamos preparados para cooperar con los EE.UU. y hacer frente juntos a los grandes retos globales».
El PSOE celebraba también la victoria de Biden. «¡Go, demócratas!». El líder de Podemos y vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, optaba por no felicitar a Biden. En su lugar, celebraba la derrota de Donald Trump. «Se confirma que Trump ha perdido las elecciones», escribía. «Es una buena noticia para el planeta, en la medida en que la ultraderecha global pierde su activo político más poderoso».
Reuven Rivlin,
Cyril Ramaphosa, Jacinta Ardern,
Ursula von der Leyen, Charles Michel, Abdulá II,
Jens Stoltenberg, Alberto Fernández, Carlos Alvarado, Uhuru Kenyatta, António Guterres, A. M. López Obrador,
27 de enero
28 de enero
28 de enero
28 de enero 28 de enero
28 de enero
28 de enero 29 de enero
29 de
OTAN, 26 de enero Rusia, 26 de enero Japón, 27 de enero Corea del Sur, 3 de febrero
Australia, 3 de febrero
Como es tradicional, Biden no tardó en comenzar a celebrar llamadas con socios estratégicos. El 9 de noviembre, habló con Justin Trudeau (Canadá). Al día siguiente, con los mandatarios de Francia, Alemania, Reino Unido e Irlanda. El Gobierno de Sánchez no entró en el primer grupo de llamadas del nuevo líder de la primera potencia mundial. No era de esperar que eso ocurriera. Quizá tampoco que Biden hablara con Sánchez antes de hacerlo con los mandatarios de Australia, Japón o Corea del Sur (las tres conversaciones el 11 de noviembre).
Pero el teléfono seguía sin sonar el 13 de noviembre, cuando Biden conversó con el primer ministro de Italia, un país equiparable a España. En noviembre, se constató que líderes de otros países con menos peso que España
conseguían esa primera toma de contacto, un aldabonazo para las relaciones entre ambos gobiernos. Hablaron con Biden los líderes de Nueva Zelanda, Chile, Sudáfrica, Jordania, Kenia, Argentina o Costa Rica.
Fuentes diplomáticas españolas aseguraron a ABC en diciembre que las gestiones de la llamada estaban en curso. Pero el contacto no se materializó. Obama habló con Rodríguez Zapatero el 7 de noviembre de 2008, tres días después de aquella cita electoral. Y en 2016, Trump habló con Rajoy poco más de un mes después de la victoria.
El contacto con Sánchez tampoco se produjo en la ronda de llamadas posterior a la investidura de Biden. Desde el 20 de enero, ha hablado con los mandatarios de Canadá, México, Reino Unido, Francia, Alemania, Ru
sia, Japón, Corea del Sur y Australia.
La desconexión entre la Administración Biden y el Gobierno de Sánchez no se limita a los dos líderes. El secretario de Estado de Biden, Antony Blinken, todavía no ha hablado con la ministra de Exteriores, Arancha González Laya. El jefe de la diplomacia estadounidense ha llamado a una treintena de homólogos de todo el mundo.
El único contacto conocido hasta el momento entre ambos gobiernos se produjo el martes entre Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de Biden, y Emma Aparici, asesora diplomática de Sánchez. El Consejo Nacional de Seguridad de EE.UU. expresó en un comunicado que ambos acordaron «trabajar juntos en prioridades compartidas de política exterior, como China, América Latina y el Sahel».
Contacto de distinto nivel
La elección de Aparici como interlocutora de Sullivan es sorprendente. El asesor de seguridad nacional de EE.UU. es un alto cargo que reporta de forma directa al presidente en todas las materias que tienen que ver con la seguridad, tanto en política exterior como doméstica. En anteriores administraciones, han ocupado el cargo gente como John Bolton, Susan Rice, Condoleezza Rice o Colin Powell. Fuentes diplomáticas de EE.UU. compartieron con ABC su «extrañeza» por la participación en la llamada de Aparici, con cargo de directora general, el cuarto nivel en el Gobierno.
No está claro si la elección fue por desconocimiento en el Gobierno de España de la diferencia de peso político entre ambos altos cargos, por malestar del Gobierno de Sánchez o por otros motivos. Moncloa no ha dado a conocer esa llamada, ni ha contestado a preguntas de este periódico.
El episodio supone un inicio trastabillado de las relaciones con EE.UU., en un momento en el que se espera mayor sintonía con la Administración Biden que con la de Trump. Hay asuntos urgentes en la agenda diplomática que no pueden esperar.