Merkel quiere una UE equidistante con Washington y Pekín
Aboga por una «política común» con Biden, pero no para hacer frente a China
Retomadas las relaciones con los EE.UU. de Joe Biden, Europa debe resetear su «brújula estratégica» en objetivos de defensa, defendió ayer la canciller Angela Merkel en Berlín, después de una videoconferencia con el presidente de Francia, Emmanuel Macron. Merkel llamó a los países miembros de la UE a «definir qué tareas» considera propias en el ámbito de la seguridad y la defensa, «en el marco de la ambición europea» y con el objetivo de lograr la «soberanía». «La soberanía europea sigue teniendo sentido», se sumó Macron en la rueda de prensa virtual, en la que Merkel señaló la necesidad de consensuar cuanto antes en el seno de la UE un documento que fije los riesgos potenciales del bloque, sus objetivos y sus intereses.
La elaboración de este informe, que se inició en la segunda mitad del año pasado y debería concluirse en la primera mitad de 2022, persigue encajar los esfuerzos europeos dentro de la actividad de la OTAN. «Nuestra Europa debe hacerse más fuerte y para eso necesitamos capacidad estratégica propia basada en las nuevas tecnologías», concretó la ministra alemana de Defensa,
Annegret Kramp-Karrenbauer. AKK señaló que la construcción proyectada de eurodrones, el sistema de combate aéreo FSAC y el sistema de aterrizaje por microondas MGCS fortalecen específicamente la soberanía europea y que «son proyectos francoalemanes pero abiertos a otros países de Europa».
Merkel aboga por intensificar el diálogo con la nueva Administración estadounidense, aplaude el retorno de Washington a la diplomacia internacional y se compromete a «apoyar constructivamente» la conferencia de democracia propuesta por Biden durante su campaña. Considera además que es posible establecer una «política común sobre la base del sistema de valores comunes» entre la UE y EE.UU., pero no si el objetivo de esa colaboración es hacer frente a China.
La canciller alemana se mostró abiertamente contraria a la conformación de bloques. «Para la UE es muy importante tener una política propia con respecto a China», indicó, sin dejar de recordar que la comunidad internacional precisa de Pekín para cuestiones como la lucha contra el cambio climático y el refuerzo del multilateralismo.
El punto más discordante entre París y Berlín es el gasoducto Nord Stream 2, que transportará gas ruso hasta la costa norte de Alemania y cuya construcción ha exigido Macron que sea paralizada. Merkel, sin embargo, volvió a defender la finalización del proyecto, con la puerta abierta a una moratoria pero tratando de desligarlo del caso Navalni.
Videoconferencia
con Macron
La líder alemana
y el francés defienden una futura «soberanía
europea»