De una semana
Aunque Londres prohibió la televisión estatal china CGTN por estar bajo el control del PC, el detonante fue la emisión de las confesiones forzadas del investigador británico Peter Humphrey, detenido en 2013 en medio de un escándalo de sobornos de la GSK.
Los abogados de Donald Trump acusaron ayer a los demócratas de hipocresía en una defensa de su cliente breve y concisa. Sin apenas florituras, los letrados llegaron al Capitolio a decir lo que tenían que decir, que el expresidente tiene derecho a expresar sus opiniones y que este juicio político de ‘impeachment’ es inconstitucional y por lo tanto inválido. En realidad da igual si lo hicieron bien o mal, pues la mayoría de senadores republicanos ya estaban de acuerdo con ellos antes de que hicieran sus alegatos y están decididos a votar a favor de exonerar a Trump por la vía rápida.
Sobre las declaraciones de Trump instando a sus seguidores a pelear por demostrar fraude en las elecciones presidenciales, su abogado Michael van der Veen dijo que es en realidad «una retórica política común que es prácticamente idéntica al lenguaje que se ha utilizado en todo el espectro político durante cientos de años. Innumerables políticos han defendido la lucha para defender principios». Después, la defensa proyectó un vídeo con declaraciones supuestamente incendiarias no sólo de políticos demócratas, sino también hasta del actor Johnny Depp y la cantante Madonna.
Se notaba que la defensa estaba diseñada para complacer a Trump, que estaba siguiendo el juicio desde su mansión de Mar-a-Lago. Hubo muchos vídeos, montados como si fueran a emitirse en la cadena Fox News. En un punto se reprodujeron fragmentos de discursos del expresidente defendiendo a la policía y denunciando la violencia, con música de fondo digna de una película de acción. «No ha habido presidente más defensor de la Policía que Donald J. Trump», proclamó otro abogado, Bruce Castor, en su turno.
Castor, por cierto, había hecho los deberes. Su primera intervención, el martes, fue una catástrofe de forma y de fondo. Trump filtró a los medios que estaba furioso con su abogado por haberse presentado en el Capitolio con un traje holgado y viejo, y por hablar de forma algo incoherente durante 50 minutos, para acabar proclamando que el expresidente perdió las elecciones, algo que este último aun no ha admitido. Ayer Castor hizo unos alegatos coherentes y apasionados, vestido de forma impecable y empleando un tono lapidario.
«El presidente pidió que los asistentes a la manifestación hicieran que sus voces se escucharan de forma pacífica», dijo Castor antes de reproducir un vídeo en que se oía al presidente decir exactamente eso.
Retórica
Los abogados del expresidente de Estados Unidos dicen que sus palabras eran figuradas