Haaland vale 90 millones
El Madrid ya conoce el precio del ariete e intentará meter a Jovic en la operación
Es alto, bueno, bonito y nada barato, pero su precio vive acorde con los valores del mercado y no hay muchos arietes en el panorama internacional. Es un goleador nato con una potencia descomunal, un rey del área que también entra en carrera en los últimos treinta metros cercanos a la portería con una fuerza envidiable. Solo tiene 20 años y una década por delante para triunfar. El Real Madrid ya conoce el precio que el Borussia Dortmund pondrá a Erling Braut Haaland para ser traspasado en junio▶ 90 millones más unos bonus que pueden alcanzar los veinte millones según variables de partidos y títulos. Pero esos extras pueden abonarse paulatinamente más tarde. Lo importante es cubrir los 90 millones iniciales.
El informe de la dirección deportiva del Real Madrid señala que Haaland es el rematador que necesita el conjunto blanco, complementario a Mbappé y menos caro. La casa blanca intentará introducir a Jovic o a Mariano para hacer factible la operación. El serbio ha vuelto a la Bundesliga y su cartel en Alemania es óptimo. Allí funciona.
El Real Madrid tiene clara una premisa▶ este verano habrá un gran fichaje. Florentino Pérez se presentará en junio a la reelección para dirigir la empresa durante otros cuatro años y ofrecerá un futbolista importante como tarjeta de continuidad. El Borussia Dortmund se encuentra en dificultades económicas y ahora mismo está fuera de las posiciones de Champions en el campeonato germano, con la pérdida de ingresos consecuente. Tiene que vender. Y su mejor producto es el delantero noruego, pretendido por la Premier y por el Real Madrid.
Watzke necesita vender
Las relaciones entre Florentino Pérez y Hans-Joachim Watzke, presidente del club alemán, son espléndidas desde hace una década. El flujo de jugadores entre ambas sociedades ha sido una constante. El brasileño Reinier, cedido a los aurinegros, es el último ejemplo. El dirigente madridista sabe que el Borussia Dortmund necesita una liquidez de 75 millones para cuadrar las cuentas de una campaña nefasta y la contratación de Haaland sería la solución al problema. Watzke no puede presentar un balance financiero negativo a final de curso y el nórdico es su principal as en la manga, el comodín que puede solventar sus números ante el consejo directivo de una empresa que, como el Real Madrid, no permite cerrar las cifras del balance anual en rojo. Sencillamente, está prohibido. Florentino Pérez sabe que tiene que dialogar cara a cara con Watzke para alcanzar un pacto. No habrá segundos espadas. Los acuerdos con el Dortmund siempre han sido así, francos, sin doblez. Yo necesito dinero y tú necesitas un nueve. Sobran las florituras dialécticas.
Haaland ha dialogado con Odegaard durante el último año y conoce la exigencia del Real Madrid, esa que ha podido con su compatriota, cedido al Arsenal hasta junio. Lo que desea el artillero es tener un sitio en el once tipo del Bernabéu para triunfar a escala mundial. Quiere venir al Real Madrid porque sabe que obtendrá un puesto fijo si confirma sus aptitudes. Observa que el equipo español necesita un ariete como él. Es una posición que no está cubierta desde que Cristiano se marchó. Y podría jugar al lado de Benzema. Desearía también que Odegaard estuviera con él en ese equipo de la próxima campaña.
Sería su gran oportunidad de reafirmarse como un nueve de categoría estelar. Ese es su primer objetivo. El segundo es ganar la Champions. Y el tercero es pujar por el Balón de Oro, un reto que hasta ahora, inmerso en este Borussia en crisis, es imposible. Necesita demostrar sus virtudes en una escuadra de máximo nivel para ganarse esa aspiración.
Promedio: a gol por partido
Su promedio de goles es el aval de su precio. Uno por encuentro. Lleva 23 tantos en 23 partidos esta temporada, seis de ellos en Champions. El Sevilla, el miércoles en el Sánchez Pizjuán, será su gran examen en la eliminatoria de la Copa de Europa. Koundé le espera. Un duelo de hombres cotizados en el mercado de los grandes.
Ayer salvó al Borussia con una diana, el 2-2 ante el Hoffenheim, que provocó el enfado de los rivales porque había un jugador tirado en el suelo. Le empujaron, le insultaron, y no se inmutó. Sabe ser frío cuando debe.
Haaland no lo ha dicho públicamente, pero desea marcharse ya a un club de altura para superar la prueba final. El Borussia Dortmund puede que le quede pequeño.