Abdominales en alerta

Las cuarentenas y los parones multiplican las dolencias al tratar de forzar el cuerpo

Matteo Berrettini ha sido el último tenista en abandonar el Abierto de Australia. No por caer derrotado por ningún jugador, sino por los problemas físicos. Y otra baja más debido a lesiones en la zona abdominal. Es de lo que se quejó Berrettini, que no jugó su partido de cuartos frente a Stefanos Tsitsipas, y por lo que también dijeron adiós antes de tiempo Pablo Carreño o Johanna Konta. Incluso Novak Djokovic tuvo que armarse de paciencia para que el costado le diera un respiro, y nunca mejor dicho, en su partido contra Taylor Fritz. «No quiero decir la gravedad de lo que tengo porque todavía estoy en el torneo, pero si no hubiera sido un Grand Slam me habría retirado», ha llegado a concluir el serbio, que hoy se enfrenta a Alexander Zverev, también con dolores en ese músculo, en la ronda de cuartos (sobre las 10.00 horas, Eurosport).

«Arrastré los problemas en la zona abdominal desde el primer partido. Parecía en algún momento que iba a mejor, pero siempre notaba algo», explicaba Carreño tras su baja en el partido contra Grigor Dimitrov. Sobre todo, claro, le afectaba en el momento del servicio, castigado de por sí por los movimientos asimétricos y por la velocidad en la que deben cambiar de posición tanto el brazo como las piernas. «Las lesiones pueden darse en cualquier parte del cuerpo, pero es evidente que las zonas específicas donde el tenista trabaja más en su deporte se resienten más, y la zona abdominal es una de ellas. Se realiza preparación y prevención en esta zona del core, pero se castiga mucho en este deporte», indica a este periódico Xavier Budó, exentrenador de Carla Suárez y Paula Badosa. «La zona abdominal es fuente de frecuentes lesiones porque se produce una descompensación entre la potente musculatura de las piernas y de la pared abdominal, lo que hace que esta pueda producir desgarros –como el que sufrió Djokovic–. Es conocida en esta zona la patología de la hernia de deportista▶ una pequeña hernia que se produce en la pared abdominal que provoca un intensísimo dolor», explica el doctor Pedro Luis Ripoll, responsable de Ripoll y De Prado Sport Clinic. Molestias que pueden llevar hasta el quirófano, concede. Este aumento del riesgo si se fuerza es una de las razones por las que Berrettini ha preferido parar▶ «Pensé que no sería tan grande, pero es más de lo que creía. Hablé con los doctores y me dijeron que podría ir a peor».

Tanto Ripoll como Budó achacan el aumento de este problema abdominal en este Abierto de Australia a una preparación atípica en la pretemporada, marcada por el coronavirus, las cuarentenas, la incertidumbre por los posibles contagios y las dudas sobre fechas o cancelaciones del torneos.

Falta de continuidad

Budó

«El Covid y las cuarentenas han generado falta de continuidad, y el tenista necesita

constancia»

Doctor Ripoll «Si la práctica no es lo intensa que debiera y llega la competición, que es más exigente, fuerzas el cuerpo»

«Las circunstancias especiales que ha creado el covid, con un calendario que desde hace un año no es continuo, con las cuarentenas, los parones... ha generado en un deporte tan exigente como el tenis una falta de continuidad en la preparación y partidos de competición. Un tenista está acostumbrado a trabajar de forma dura e intensa por espacios prolongados y constantes. Por lo que esta tendencia de mayores problemas físicos solo se solucionará cuando la preparación y la competición sean constantes», comenta Budó. «Para estar en la élite hay que jugar como se entrena. Los entrenamientos condicionan absolutamente el desarrollo del juego, y si la práctica no es todo lo intensa que se debería, cuando se quiere llevar el cuerpo al pico de forma más exigente de la competición no se llega y se fuerza más», acompaña Ripoll. Además, señala también la «psicosis» que puede generar un positivo. «Los deportistas tienen una auténtica psicosis. Un contagio los deja fuera del circuito y esto tiene una repercusión enorme, como profesionales y como deportistas, porque los saca del estado de forma. Son pensamientos muy negativos». Más que nunca, subrayan, el cerebro será el músculo que marque la diferencia.