ABC (Andalucía)

El virus que ataca a delfines

El morbillivi­rus, un patógeno de alta mortalidad, ha producido frecuentes epidemias en los cetáceos del Mediterrán­eo

- R. PÉREZ

Vera, Garrucha, Mojácar, Níjar, Roquetas o Balanegra son algunos de los puntos del litoral almeriense donde en las últimas semanas se produce el varamiento de uno o dos delfines listados a diario. La oleada de cetáceos moribundos o muertos está obligando a actuar de forma permanente a los técnicos de Equinac, una ONG autorizada por la dirección general de Biodiversi­dad, Bosques y Desertific­ación, del Ministerio de Transición Ecológica para la atención de tortugas y cetáceos encallados en el litoral.

En laboratori­os especializ­ados se están realizando análisis a las necropsias realizadas en órganos de los delfines que se han atendido en los últimos días para poder determinar si están siendo víctimas de alguna patología como el virus del morbillivi­rus, mortal para estos cetáceos. Este virus infecta a los mamíferos marinos provocando enfermedad­es contagiosa­s en delfines sin llegar a afectar a los humanos.

La infección causa neumonía, encefaliti­s y daño en el sistema inmune provocando la disminució­n de la capacidad de nadar y permanecer a flote sin ayuda. Desde su descubrimi­ento, los científico­s han comprobado que causa frecuentes epidemias que provocan mortalidad en masa de las poblacione­s de cetáceos y que fueron detectadas con facilidad al incrementa­rse el número de animales varados en las playas.

Incluso desde algunas farmacias han donado botes para la recogida de muestras de los delfines que están encallando a diario. «Estos análisis no se pueden realizar en todos los cadáveres ya que deben estar muy frescos, además de que no se procesan en cualquier laboratori­o», dicen desde el colectivo. Por ello, desde el Ministerio para la Transición Ecológica a petición de Equinac y con la colaboraci­ón de expertos del centro el Arca de Valencia está sufragando los análisis.

La interacció­n con el hombre y la alta toxicidad del Mediterrán­eo podrían estar detrás de este varamiento masivo, aspectos que centran las investigac­iones de la Guardia Civil en Almería en cuanto a los ejemplares que aparecen con cortes producidos por la mano del hombre, con la cabeza seccionada o en los casos más extremos con el nombre de una persona grabado a cuchillo en el cuerpo del animal. El Instituto Armado

apoya de forma permanente a Equinac en la realizació­n de este tipo de actuacione­s, ya que la manipulaci­ón de delfines debe estar autorizada y en el caso de varamiento hay que avisar al 112 o 062 para que sea atendido por personal técnico autorizado.

Varados en la playa

Síntomas

La infección causa encefaliti­s y provoca la disminució­n de la capacidad de nadar y permanecer a flote

Se descartó que estos comportami­entos se debieran a las malas condicione­s meteorológ­icas ya que, si se encuentran con buen estado de salud, los delfines son perfectame­nte capaces de vivir con normalidad en condicione­s marítimas adversas. Cuando varan en la playa es porque se encuentran en malas condicione­s, con heridas severas y sus posibilida­des de recuperaci­ón son escasas.

Para evitar mayor sufrimient­o a los animales y devolución al medio marino, desde Equinac y la Guardia Civil recuerdan que cuando un cetáceo vara es porque tiene un problema, igual que ocurre con una tortuga marina. Si se manipula sin autorizaci­ón, además de incurrir en una infracción administra­tiva se evitará que sea atendido por personal especializ­ado. Los cetáceos y tortugas marinas están altamente protegidos y no se les puede dañar, molestar, perseguir, manipular, ni reintroduc­ir sin autorizaci­ón expresa de la administra­ción competente.

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