José Antonio Zarzalejos Periodista y exdirector de ABC
«Cuando se abren procesos constituyentes, se llevan por delante a aquellos que los impulsan, y el presidente es muy consciente de esa realidad»
El periodista José Antonio Zarzalejos, exdirector de ABC, acaba de publicar un libro sobre el convulso reinado de Don Felipe, «al que no se le ha privado de ninguna dificultad», afirma. En ‘Felipe VI, un Rey en la adversidad’, Zarzalejos analiza el «contexto de anormalidad» en el que se desarrolla el reinado y relata con crudeza lo que él considera una «traición» de Don Juan Carlos. También profundiza en los cambios, sustanciales, emprendidos por el Rey para hacer más transparente la Corona y «que no han permeado en la opinión pública porque la envergadura de otros acontecimientos les ha restado prioridad».
—¿Son suficientes esas medidas o habría que dar un paso más?
—Probablemente, habría que incorporar al ordenamiento jurídico las disposiciones del Rey de régimen interno y convertirlas en reales decretos refrendados por el presidente del gobierno.
—¿Sin llegar a una ley de la Corona?
—Hay que ser muy cuidadosos con lo que se dice de la ley de la Corona porque no está nada claro que la Constitución
autorice en el título II un desarrollo orgánico del estatuto del Rey. Habría que consultar al Consejo de Estado. En todo caso este no es el momento de abrirnos un frente más, sobre todo cuando tenemos un Rey que es prudente, que está poseído por su responsabilidad y que además es un hombre digno. Siendo necesario, no es lo prioritario.
—¿Se está utilizando a la Corona como elemento de distracción? —No hay proporción entre lo ocurrido con Juan Carlos I y la convulsión sísmica que se ha provocado en el sistema. Hay un aprovechamiento torticero de esa crisis, que es concreta, determinada y resoluble. Se está buscando un punto de apoyo para reventar el sistema de 1978, pero no se puede utilizar una cuestión puntual en la Jefatura del Estado, cuya responsabilidad política se enjugó con la abdicación. Creo que es una estrategia condenada al fracaso con un Rey como Felipe VI. Y creo que en el Gobierno, en la parte socialista, hay también una observación preocupada y ocupada en esa estrategia de Podemos. No debemos caer en esa vieja forma de ser colectiva de los españoles de tumbar por las bue