Rusia ataca a Von der Leyen para defender su vacuna
El lunes los ministros de Exteriores pueden aprobar más sanciones contra Moscú
Las relaciones entre la Unión Europea y Rusia empiezan a enrarecerse, después del catastrófico viaje a Moscú del Alto Representante, Josep Borrell. En el último episodio, Moscú ha atacado directamente a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en respuesta a sus comentarios acerca de la vacuna contra el coronavirus fabricada por Rusia, llamada Sputnik V, que han recibido «con perplejidad». El lunes se reúnen los ministros de Asuntos Exteriores de los Veintisiete con el tema de las relaciones con Rusia en la parte más importante de la agenda, incluyendo la posibilidad de decretar nuevas sanciones contra dirigentes lo que se les puede atribuir responsabilidades en el caso de Alexéi Navalni y en la represión de las protestas.
En un comunicado publicado en la noche del jueves, la Embajada rusa en Bruselas se refería a lo que había dicho Von der Leyen el miércoles sobre que Rusia se esforzaban en ofrecer su vacuna a todo el mundo, mientras que los propios rusos no estaban siendo vacunados masivamente, en una formulación que daba a entender que no confiaban en su eficacia. Von der Leyen dijo concretamente que «Rusia está ofreciendo millones de dosis sin avanzar lo suficiente en la vacunación de su propia gente». La nota de la embajada asegura que esos comentarios son «o un esfuerzo por politizar el tema de una manera infundada y, de hecho, deplorable, o indica un nivel inadecuado de conocimiento para un alto funcionario» como la presidenta de la Comisión.
La Embajada rusa asegura que «la vacunación de sus propios ciudadanos constituye una prioridad absoluta para Rusia en su lucha contra el Covid-19. En pleno cumplimiento de los principios de la democracia y el derecho humanitario, la vacunación en Rusia es voluntaria y, hasta la fecha, todos los ciudadanos interesados reciben la vacuna sin demora y de forma gratuita».
Varios países de la UE han mostrado su interés por comprar la vacuna rusa Sputnik que el comunicado asegura que está disponible «para todos los miembros de la comunidad internacional sin excepción, independientemente de las consideraciones políticas y económicas». Pero no menciona el hecho de que no ha sido ni siquiera presentada ante la Agencia Europea del Medicamento (EMA) para su aprobación, a pesar de que los medios rusos han afirmado lo contrario y que Rusia se resiste a compartir los datos de los estudios epidemiológicos que hayan podido realizar, mientras que solo ofrece cierta cantidad de dosis para que las hagan las agencias de los países que quieran usarla.
Diálogo selectivo
La Comisión no ha respondido directamente a este comunicado, seguramente porque prefieren no echar leña al fuego, sobre todo sabiendo que la reunión de este lunes de los ministros de Exteriores puede acordar la imposición de sanciones y que Rusia ya ha advertido que en ese caso considerarían una respuesta que dañaría las relaciones con la UE. La mayoría de los países insiste en la idea de seguir manteniendo con Rusia un «diálogo selectivo» en los campos en los que sus intereses coincidan, pero sin abandonar su posición de condena a los abusos del régimen en materia de derechos humanos y defensa de las libertades. Las sanciones «están sobre la mesa», según reveló ayer una fuente diplomática europea que advirtió también de que en el caso de Europa «este es un tema que ha de ser tratado con mucha discreción» para que se cumplan todos los pasos legales necesarios, ya que las medidas que decreta la UE son recurribles ante los tribunales.
La situación es tan delicada que los ministros tendrán esta reunión de modo presencial, porque no pueden estar seguros de que la videoconferencia no llegue a ser interceptada por los servicios de espionaje rusos.
En general, los países están claramente divididos entre aquellos que tienen un recuerdo más vivo de la política imperial de la época soviética y los más pragmáticos de Europa occidental, que sienten más lejos el aliento del gigante euroasiático. Y en medio está Alemania, que desde hace dos décadas ha vinculado su estrategia energética al gas ruso y no puede prescindir todavía de él.
Rusia, por su parte, puede permitirse el lujo de atacar a la UE en su conjunto mientras sonríe a algunos países individualmente, para introducir elementos de división interna. En la cumbre del mes de marzo los jefes de Estado o de Gobierno tienen previsto dedicar una parte de sus discusiones a tratar de establecer una nueva orientación a las relaciones entre la UE y Rusia.
Consejo de Exteriores Los ministros tienen prevista una reunión presencial para evitar el espionaje ruso