Garzón defiende el semáforo nutricional que perjudica al jamón
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, salió ayer al paso de lo que considera una «campaña difamatoria y grotesca» emprendida por el consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior y portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, y el Partido Popular andaluz a propósito de las consecuencias que tendrá la implantación por parte del Gobierno del sistema Nutriscore, también conocido como semáforo nutricional para sectores como el del jamón y el aceite de oliva. A través de un hilo en su cuenta de Twitter, el ministro, acusó al consejero andaluz de «mentir» al acusar a los «comunistas» del Gobierno de decir que ambos alimentos perjudican la salud. «Nadie del Gobierno ha dicho nunca tal cosa», escribe Alberto Garzón, lo que Bendodo «estaba criticando en realidad, aunque probablemente con enorme desconocimiento, es el sistema Nutriscore», un «etiquetado nutricional voluntario que está implantado en Francia, Alemania y cuatro países europeos más». Este sistema, «que como se ve no es cosa sólo de comunistas, está diseñado para proporcionar mejor información nutricional del producto e incentivar un patrón de consumo más saludable», según abunda Garzón antes de puntualizar que Nutriscore» existe para ayudar a combatir la obesidad y enfermedades crónicas vinculadas a la alimentación».
Países que se oponen
El ministro explica que, en España, el sistema fue anunciado en 2018 por la entonces ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, y «ya entonces la Sociedad Española de Salud Pública mostró su apoyo a la medida, proponiendo además mejoras». Obvia el ministro que otros bloque de países comunitarios, encabezados por Italia, cuya base de alimentación es la dieta mediterránea, se oponen al sistema, al igual que sociedades científicas del ámbito de la nutrición y organizaciones como la que agrupa a las denominaciones de origen de España.
«Como comida basura»
Los eurodiputados del Partido Popular Gabriel Mato y Juan Ignacio Zoido han advertido en Bruselas del perjuicio que ocasiona el nuevo sistema de etiquetado Nutriscore. En concreto, han remitido a la Comisión Europea (CE) una pregunta conjunta en la que piden que no afecte al jamón, ya que lo sitúa, «para incredulidad de los consumidores y del sector», en el mismo escalafón que la «comida basura».