Realidad invisible
«La gente tiene una venda y no quiere ver lo que hay. En este país se está pasando hambre»
irse a uno de los pisos que la Fundación concierta con alcaldes de municipios despoblados para que familias enteras, como la que Fátima, Emilio y sus ocho chiquillos, su conejo, pájaro y dos perros, han formado en San Martín de Berrocal (Ávila). «Nos han dicho que esperemos a marzo, a ver si Diosito quiere y nos la dan…», implora.
El sueño de Elisabeth se repite en casa de Erika y su pareja, un joven marroquí. Ambos han ocupado un piso del banco. «Nos hemos asegurado de que fuese del banco; si no, estábamos en la calle». Viene a pedir porque en su estado de gestación nadie la emplea. «He estado en el comercio tres años. Cerró», relata. Junto a ella, la ecuatoriana Geanella cuenta su historia, muy parecida. 20 y 19 años, encintas, de familias desestructuradas, son jóvenes extuteladas por la Comunidad de Madrid. Salen
Las organizaciones que ayudan a los que van cayendo en la pobreza, como la Fundación Madrina, detectaron un agravamiento en enero, cuando subió la luz: «Hay una bolsa de personas que no pueden abonar las facturas, por ellos nadie se manifiesta»
—Si nos volviésemos a encontrar en verano, ¿dónde te gustaría estar?
—En un sitio estable, con un hueco en esta sociedad para mí. La vida te obliga a deshacerte de algunos pensamientos, pero no puede taparte los sueños.
«Lo que peor llevo es que la gente te mire». Gema corta la conversación al paso de un chico bien parecido que practica ‘running’. «Vengo a por un poco de verdura, no creo que esté haciendo nada mal», se rebaja. Erika completa▶ «La gente tiene una venda, no está viendo lo que hay, yo no sé dónde meterme, dicen que hay alquileres sociales, pero no llegan. En la última nevada, tuve que rogar a un bar que me calentase comida para mi niño. Hay quien todavía dice que no se pasa hambre. Señores, tengo 20 años y se pasa hambre en este país. Lo que me ha tocado vivir a mí podría tocarle a otras personas que, aun con trabajo, están pasándolas canutas».
Desastre humanitario