Fiestas y botellones en toda España durante el fin de semana
Madrid, País Vasco y Andalucía fueron escenarios de descontrol en plena pandemia
La caída lenta de la incidencia de casos acumulados en España parece no permitir un respiro en la lucha contra la pandemia. Botellones y fiestas ilegales se han sucedido durante este y otros fines de semana en varios puntos de España que han acabado hasta con la dimisión de un concejal por sumarse a los festejos en plena pandemia. Se trata del tercer teniente de alcalde y concejal de Salud y Deporte del Ayuntamiento de Cumbres Mayores (Huelva), Félix Delgado (PSOE), que dimitió de su cargo y dejó su acta de concejal ayer, una semana después de su participación, la noche del sábado 13 de febrero, en un botellón en la localidad. Según informa el Ayuntamiento en un comunicado, la decisión se tomó tras una reunión celebrada ayer para analizar los hechos acontecidos en la noche del sábado, cuando la Guardia Civil interpuso en la localidad un total de 56 denuncias, entre ellas las que hacen referencia a la celebración de una fiesta de disfraces con bebidas alcohólicas en las inmediaciones de la zona del helipuerto y el área de autocaravanas, donde se concentraba un gran número de jóvenes, entre ellos el concejal de Deporte y Salud.
Por otro lado, la Ertzaintza identificó el sábado a 59 personas que participaban en un botellón en Santurtzi (Vizcaya). Además, durante la noche fueron numerosas las intervenciones llevadas a cabo en pisos y locales por incumplimientos de las normas sanitarias en materia Covid. Según ha informado el Departamento vasco de Seguridad, en el botellón en la subida al monte Serantes, en Santurtzi, se localizó a alrededor de un centenar de jóvenes reunidos sin guardar distancias de seguridad y consumiendo bebidas alcohólicas. A la llegada de las patrullas, parte de los allí concentrados salieron huyendo, aunque se pudo finalmente identificar a un total de 59 personas que fueron propuestas para sanción por incumplir la normativa sanitaria. La Ertzaintza tuvo que intervenir también en la tarde del sábado en Guernica ante una importante concentración de gente detectada en la zona del Auditorio. Cuando se trataba de disolver a los concentrados se produjeron insultos y lanzamiento de objetos contra las patrullas. Pese a ello, se identificó a varias personas, expedientando a dos de ellas por falta de respeto
Primera recombinación
te lo puedes llevar todo. Demasiadas memorias», relata Jordi. El jefe de Vaciados Barcelona, Toni, y sus trabajadores proceden a guardar los enseres en cajas y bolsas. Lo hacen con cuidado, material sensible. Explica que tienen toda la semana «completa» y que ya está comenzando a programar la agenda para la siguiente. «Antes de la pandemia vaciábamos unos seis o siete pisos cada ocho días, ahora estamos en los cuarenta o cincuenta a la semana», cuenta.
El coronavirus ha sido un revulsivo para algunas de estas empresas que vacían pisos y empaquetan recuerdos. Según Toni, hasta el 70% de los trabajos que le han encomendado estos últimos meses tienen relación directa con la pandemia. De hecho, solo en Cataluña, el número de fallecidos se acerca a los 10.000 y en España ya hay más de 65.000. Los encargos con los que más se encuentran son de gente mayor que vivía sola y ha fallecido. También ha aumentado el número de «vaciados» en oficinas y locales de empresas que han bajado la persiana durante la crisis sanitaria. «Nos han llamado para vaciar locales que antes de marzo tenían cincuenta o sesenta personas trabajando en plantilla», concluye Toni.
En el almacén de segunda mano que tiene la empresa en Granollers (Barcelona) ya no pueden acumular más existencias. Gran cantidad de las cosas que reciben tienen que donarlas o dejarlas en algún punto verde. Hay días en los que, explica Toni, recogen tres o cuatro sillones que están en buen estado. «No puedo llevarlos a la tienda si antes no se han vendido los anteriores que tenía en exposición», apunta.
A la mañana siguiente, el mercado de Los Encantes de Barcelona amanece sumido en el trasiego. Allí van a parar gran parte de los productos recogidos en los vaciados de pisos. «Una vez conseguí un chándal del Barça que me dijeron que había vestido Rijkaard. Aquí puedes conseguir cualquier cosa», expone Jesús, el propietario de una de las paradas del recinto. Transacciones comerciales a pie de calle –a veces fugaces, otras sustentadas en el arte del regateo–, carteles que prometen ofertas a las que no se les puede decir que no y objetos que una vez pertenecieron a otras manos, el último rastro de los hogares vaciados.
Agenda completa
De seis pisos cada ocho días, la empresa Vaciados Barcelona ha pasado a los cincuenta a la semana