«Sin público, el desafío económico es enorme»
al acuerdo ni siquiera el valor de los hechos y los datos contrastados, todo lo que no refuerza la posición de cada uno se elimina como si fuera mentira. Esta institución tiene un papel fundamental, por ejemplo, en la historia, porque aporta elementos de certeza, objetivos, vistos con templanza, desde una óptica científica. Creo que si lográramos en distintos campos empezar a aceptar ciertos puntos de partida, sería muchísimo más fácil alcanzar acuerdos. La labor pedagógica de trazar consensos ante etapas pasadas en las que ya ninguno estamos concernidos será importante para ayudar a un nuevo clima. —¿También aquí hay polémicas: cuando no por el uso del presidente del Gobierno de La Mareta, por gastos de mantenimiento del palacio de la Zarzuela. ¿Cómo lo viven desde aquí? —Con racionalidad y equilibrio. Ante proclamas extremas y nihilistas tenemos que reconocer un hecho elemental. Vivimos en un país del primer mundo con un andamiaje institucional sólido y por tanto las instituciones necesitan de ciertos medios para desarrollar su trabajo. Una de las labores esenciales de Patrimonio Nacional es dotar de representatividad a la Corona. Eso implica un mantenimiento de edificios y monumentos que sirven a esa labor representativa. Por lo que atañe al Rey emérito, tiene la condición de exjefe de Estado y en todos los países civilizados, desde luego los de nuestro entorno, no hay un solo exjefe de Estado o ex primer ministro que no tenga un staff. Máxime una persona de edad avanzada. Yo comprendo que haya quien quiera dar saltos en el vacío, pero la realidad institucional es esta. Y la Mareta lo mismo. Sale mucho más económico utilizar una residencia que siempre debe estar acondicionada y ponerla a disposición en lugar de tener que cerrar, además, un ala de hotel y pagar seguridad. —¿Cómo afecta no tener público, rompe el horizonte económico?
—La pérdida de público tiene dos consecuencias▶ la pérdida de ingresos que se desploman y te ponen en situación de exigencia financiera muy demandante, pero también algo anímico, porque el trabajo aquí tiene como fin el disfrute de la gente. Cuando sucede algo así y vienen mal dadas uno puede bajar los brazos o hacer de la necesidad virtud. Ayer mismo colgamos en la web un reportaje, primero de una serie, sobre el concierto del Stradivarius 1700, en el que aunamos todos los aspectos de PN▶ la música, el lugar para el que fue compuesta... Hemos pasado de un concierto para 300 personas a un documental que ha tenido 4.000 visualizaciones en un día. Es una buena lección vital. —La parte buena. Pero los ingresos... —El desafío económico es enorme, las actuaciones son caras y merecen la máxima calidad y el mejor personal, como el que tenemos. Teníamos un régimen derivado de la Ley Orgánica de 1982, inalterado. Es difícil funcionar en un mundo del siglo XXI globalizado totalmente con el marco de una ley que ya era antigua cuando entró en vigor. No
ÁNGEL ANTONIO HERRERA